¡Sánchez dimisión!
¡Ay! Pedro, Pedro Sánchez. Si supieras cómo eres realmente hasta tú dimitirías por vergüenza propia. En primer lugar, he de decir y que quede bien claro, que estamos gobernados por psicópatas y nuestro querido presi no es menos. Desde su llegada a Moncloa la vida política de España ha entrado en una debacle constante. Naufragamos sin rumbo y el socialismo actual no es que no lleven chalecos salvavidas a bordo, es que nos los prometen, nos los dan y luego nos los quitan. Pero, por favor, … ¡Cómo les vamos a culpar de dejarnos morir si nos han dado medios para mantenernos a flote! -nótese la ironía-.
Me siento engañado. Y estoy seguro de que vosotros también. En primer lugar, el engaño más claro e inadmisible es la archiconocida amnistía. Pedro Sánchez juraba y perjuraba que iba a traer de vuelta a Puigdemont para que pagara por sus delitos constitucionales. Pero nada más lejos de la realidad. Nuestro Gobierno ¡le concedió la amnistía! Y no sólo eso, sino que vino desde Waterloo, se le “intentó” detener y se descojonó en la cara de todo un país. España, durante esos días de septiembre, fue el hazmerreír de Europa. Los socialistas se emperraron en que no iba a haber amnistía porque supondría olvidarse y perdonar delitos gravísimos, según el Gobierno. ¿Qué pasó? Los culpables siguen sin castigo. Ah, se me olvidaba. En 2016, Sánchez dijo que tampoco permitiría que los independentistas tuvieran la llave de la gobernabilidad de España e incluso aseguró que sí había delito de rebelión. Fijaos ahora quién es el perrito faldero de los separatistas. Pedro Sánchez.
¿Os acordáis cuando este señor dijo que le costaría dormir si formaba un gobierno con Podemos de la mano? Acabó sucediendo. La coalición de la desgracia para España era la punta del iceberg. Luego, por supuesto, vinieron el caso Koldo, Begoña Gómez y su no Cátedra…
Poco antes de que Sánchez dijera que no quería pactar con independentistas y que su legislatura no dependería de ellos nos tenemos que remontar un año antes, hasta 2015. Ese año, de nuevo, aseguró que no pactaría con Bildu ni se reuniría con ellos para comunicárselo. Ha quedado claro, ¿no? Pues no. Cuatro años más tarde, en época prepandemia, en Pamplona se gestó el comienzo de la relación de los socialistas con los etarras en aras de ganar votos de cara a las elecciones generales de noviembre de 2019 y con ansias de formar ya un Gobierno después de los comicios fallidos en abril, de ese mismo año.
Venga, seguimos con más mentiras. Este Gobierno da para mucho… Ahora le toca el turno a… ¡Los debates electorales! Todos somos conscientes de la situación del alquiler en España y de cómo está afectando a los jóvenes que tienen severas dificultades para acceder a una vivienda digna, ya sea alquilada o en propiedad. Bueno pues durante el debate electoral con Feijóo de este mismo año, Pedro Sánchez aseguró que ya se estaban ejecutando casi 200.000 viviendas para destensar el mercado inmobiliario. Mentira. Se trataba de un plan de acción, pero no estaba ejecutado en el momento del debate electoral como dio a entender nuestro Presidente a los espectadores. Del mismo modo, nos hizo creer que el PP nunca apoyaba leyes de igualdad cuando ha sido lo contrario en los últimos años. Los populares han votado a favor de las leyes contra la violencia de género y no votó en contra de la ley de igualdad. Así que, Pedro, otra mentira más para la enciclopedia.
El inventario de Pedro Sánchez también recoge temas sobre el mercado laboral. ¡Como no! Este señor apalea todos los pilares de la democracia y el trabajo no iba a ser menos. Esta vez fue durante la moción de censura de Vox junto a Ramón Tamames contra el Gobierno. Durante esa jornada, Sánchez dijo que el anterior gobierno, el de Mariano Rajoy, destruyó cerca de dos millones de empresas afectando directamente al empleo de nuestro país. Mentira. Tan sólo resultaron, según las bases de Instituto Nacional de Estadística (INE), unas 150.000 empresas menos durante la legislatura de Rajoy.
El caso es mentir, mentir y mentir. Se cree Pedro Sánchez que los españoles somos tontos. Lo que no entiendo es por qué no salimos otra vez a las calles a defender nuestra democracia que, por desgracia, está en manos psicópatas desde Moncloa.
A día de hoy, todavía no se han resueltos los asuntos turbios y aparentemente ilegales de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, como su relación con la Universidad Complutense de Madrid o las supuestas subvenciones que recibió sin aclarar el destino de las mismas.
Pero es que el meollo no acaba ahí. Que el socialismo miente es vox populi, pero que lo hagan con la desfachatez con la que lo hacen y que nadie les diga nada me parece repugnante. Sin ir más lejos, este martes, después del Consejo de Ministros, Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, hizo unas declaraciones que bien podrían ser denunciadas por las asociaciones de víctimas del terrorismo. La encargada de trasladar la visión del ejecutivo, dijo que la ley sobre los etarras que se ha transpuesto de Europa a España es tan sólo eso. Pero no es así por culpa de sus socios de Sumar.
Pilar Alegría dijo que el texto de las condenas a miembros de ETA es idéntico, y lo repitió varias veces, que al de los populares durante la era Rajoy. Mentira. El texto no es el mismo. El Congreso de los Diputados aprobó una reforma que permitirá a más de 40 etarras descontar las penas cumplidas en la vecina Francia y de esta manera, poder reducir sus penas en más de 400 años. Esta enmienda, incluida en una ley sobre intercambio de información de antecedentes penales, pasó desapercibida y se publicará en el BOE a pesar de la oposición del Senado. Es decir, los socialistas nos la han intentado colar -otra vez- asegurando que la oposición no tiene derecho a criticarles porque la norma es la misma que la que se aprobó con Rajoy. Pero en el PP de Rajoy, cuando se dieron cuenta de que con esa nueva norma beneficiarían a los presos de ETA, cambiaron de inmediato dicha instrucción para proteger a las víctimas del terrorismo de ETA en nuestro país.
Dentro de este circo, debemos temer aún la perversión socialista que nos imponen Sánchez y los suyos. El presidente señaló en una misiva a través de las redes sociales de que es víctima de la denominada por Umberto Eco, máquina del fango. Pedro Sánchez está convencido de que hay un sector de los medios de comunicación que va a por él, a desprestigiarle. El problema es que se desprestigia él solo, en primer lugar, con sus mentiras, y en segundo, con su ineptitud y aferro al poder.
¿Os dais cuanta de lo grave que es que un presidente de un gobierno europeo quiera intervenir la pluralidad democrática?
No quiero terminar sin hacer referencia a nuestro Jefe de Estado. Felipe VI, en la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Víctimas del Terrorismo en Vitoria instó a la unión para luchar contra el terrorismo contra el que Sánchez justifica a través de los pactos con Bildu. El Rey remarcó también que debemos luchar todos juntos, pero a Sánchez esto no le entra en la cabeza porque su avaricia e ignorancia es mayor que su integridad.
De verdad que, a veces, pienso que el PSOE parece que, en lugar de gobernar, está en la oposición.
Es por todo esto y para proteger la democracia española que debemos gritar todos juntos: ¡SÁNCHEZ DIMISIÓN!