El entorno digital y su influencia en los ‘Nativos digitales’
Parques, juguetes, libros, patinetes, bicicletas… existe una lista infinita de elementos que se han perdido por el camino y han acabado siendo sustituidos por tablets, móviles, videojuegos y dispositivos electrónicos.
Los niños nacen y desde su tierna infancia se les educa en lo digital. ¿Cuántas veces por la calle un niño empieza a llorar y los padres le han puesto los dibujos en el móvil? Una situación que hace años resultaba irrisoria puesto que cuando un pequeño comenzaba con el llanto la solución era fácil y efectiva: le daban un juguete con el que se entretuviera tanto que se le olvidara el motivo de sus lágrimas.
En los colegios, los profesores también se tienen que adaptar a la nueva era de la digitalización. No es raro acudir a un aula y observar cómo se han repleto de dispositivos tecnológicos que sirven para ayudar a los niños en su aprendizaje. Como, por ejemplo, las pantallas digitales que han llegado para ser las grandes sustitutas de las pizarras tradicionales.
La realidad es que el uso de pantallas incrementa. Los niños menores de dos años pasan un total de tres horas de media frente a la pantalla. Los que tienen menos de ocho, cuatro horas y media y los adolescentes incluso superan las siete horas diarias. ¿Tendrá repercusiones en su crecimiento? Esta es la gran pregunta que viene a la cabeza al observar la cantidad de horas de consumo tecnológico de los nativos digitales.
Varios estudios han demostrado que cuando aumenta el empleo de la televisión o videojuegos se produce una disminución de la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares. Importantes para el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje emocional. También existe una gran interrupción del sueño, lo que provoca trastornos de concentración, del aprendizaje e impulsividad. Además, uno de los factores más desfavorables es que todo acaba derivando en una gran vida sedentaria que perjudica al desarrollo corporal e influye en la maduración cerebral.
Hace escasas semanas saltaba la alarma y todo el mundo se quedaba consternado ante tal noticia. Decía así:
Un niño de Castellón, primer ingresado del mundo por un sorprendente diagnóstico: adicción a los videojuegos.
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El joven va a permanecer hospitalizado dos meses para superar el problema que tiene respecto al videojuego ‘Fortnite’. Esta dependencia le estaba conduciendo a un aislamiento domiciliario, rechazo a interacciones sociales con negación a acudir a servicios sanitarios, inflexibilidad personal persistente, escaso interés por su entorno y actividades restrictivas. Un diagnóstico de lo más sorprendente para un niño de nueve años.
Pero no todo puede tener una connotación negativa, también hay aspectos positivos que se deben destacar. Los dispositivos móviles y el mundo digital en general han conseguido crear un entorno de aprendizaje y de contenidos creativos que ayudan a los niños en su educación y les permite adquirir nuevos conocimientos mediante lo multimedia. Poder acceder a millones de datos e información desde cualquier lugar es una de las facilidades que el progreso digital ofrece; así como ser capaz de utilizar herramientas que mejoran el aprendizaje de los más pequeños como las enciclopedias o contenidos multimedia con los que interactuar.
El método del aprendizaje inmersivo ha sido una de las estrellas en los avances tecnológicos. Este va controlado por la realidad aumentada, que consiste en introducir elementos virtuales en un escenario real y, por otra parte, la realidad virtual que se encarga de crear universos artificiales a los que se puede acceder mediante gafas de realidad virtual o dispositivos similares.
Poder proporcionar a los alumnos una experiencia virtual, con elevadas dosis de realismo, puede ser una gran propuesta de aprendizaje. Es aplicable a diferentes ámbitos académicos: ya que deja ver acontecimientos históricos y, a su vez, observar elementos relacionados con la salud o astronomía.
Otro de los formatos utilizados para que los pequeños adquieran conocimientos, sin necesidad de aburrirse con el método tradicional, reside en los portales web interactivos. Cuentan con actividades y juegos que ayudan a entender los conceptos de diferentes materias de una manera entretenida.
Es evidente que el consumo en pantallas ha crecido y que, un uso desmesurado en los jóvenes les puede afectar en su rendimiento y capacidades, pero hay que reconocer que el entorno digital está en una continua evolución y cada vez es más necesario para el desarrollo de proyectos y el avance en determinados sectores de la sociedad.
Incluso en los hogares es común observar la conectividad y la domótica. Hoy en día si queremos una canción, saber el tiempo o una ubicación solo tenemos que decir una palaba: “Alexa”. También hay aparatos que se encargan de apagar las luces o bajar las persianas. En nuestro teléfono existen aplicaciones que nos permiten abrir o cerrar nuestra casa o controlar la temperatura.
¿Hasta dónde llegaremos en el mundo digital? Es la gran pregunta. Lo imprescindible en estos tiempos es saber adaptarse y aprovechar las oportunidades que el entorno digital nos ofrece para seguir formando a los más pequeños y, por supuesto, a los más mayores.