Sectarios del Gobierno
El conflicto entre el Gobierno y Ferrovial ha generado una polémica que se extiende más allá de la simple cuestión de la sede de la empresa. El Gobierno está utilizando el caso de Ferrovial como una distracción para desviar la atención de los problemas políticos y económicos de capital importancia que enfrenta el país, especialmente a pocos meses de las elecciones generales y nos están engañando a todos.
La postura del Gobierno, que acecha a Ferrovial sin cesar, hace que nos cuestionemos qué tipo de líderes políticos guían a España. En lugar de centrarse en cuestiones más importantes, como la lucha contra la corrupción del Tito Berni y compañía, o el fortalecimiento de la economía con la que nos está cayendo por culpa de la inflación, parece que están más obsesionados con la cuestión de Ferrovial que de sacar a España hacia adelante.
Pero es que, además de esto, la intervención del Gobierno en los asuntos internos de Ferrovial preocupa – y mucho-. ¿Dónde se ha visto que los ministros se inmiscuyan en asuntos ajenos y privados de una empresa? ¿Acaso todo está permitido y no hay límites?
Los líderes políticos deberían respetar la autonomía de las empresas y no interferir en sus decisiones empresariales. La amenaza de posibles sanciones por el cambio de sede es una medida excesiva que muestra la falta de respeto del Gobierno por el sector privado. Y ya son varias las ocasiones en las que se les han resbalado casualmente unas cuantas palabras en contra de este sector que lo único que hace es proporcionar trabajo mientras ellos lo destruyen. A ver quién es el malo ahora…
Y es que, a pesar de todo, son incapaces de tomar conciencia social sobre los problemas que debemos enfrentar en España -la mayoría por su culpa-. Desde el Gobierno no hacen más que tomar medidas inapropiadas, injustas e ilegales y distrayendo la atención de asuntos más importantes como la corrupción dentro del partido de la Moncloa o la ineficaz ley del sólo sí es sí. Son totalmente ineptos para desempeñar su cargo y carecen de una estrategia clara y de una verdadera voluntad de abordar los problemas sin causar otro más graves.
Así que las disidencias entre el Gobierno y Ferrovial son un ejemplo de cómo la falta de priorización y la intervención excesiva pueden socavar la confianza en nuestros políticos. Mientras, ellos obvian que deben centrar sus esfuerzos en solucionar los problemas políticos y económicos que tenemos y no causar un revuelo tremendo por un simple cambio de sede, porque es que ni siquiera son capaces de apuntar bien con el dedo, ni para lo bueno, ni para lo malo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Esto es, hacer tanto mal les va saliendo gratis, porque lo de hoy tapa lo de ayer y lo de mañana tapará lo de hoy.
Este gobierno, el PSOE y TODA la izquierda es un CANCER. La decadencia de nuestra maravillosa España es tremenda.
Pero Andrés, no perdamos más tiempo, esa gran MASA de VOTANTES de izquierda seguirá votándoles.
Tienes toda la razón, todo les sale gratis y nadie desde dentro alza la voz ni se posiciona en contra de todas las barbaridades que han cometido, y lo siguen haciendo, durante esta legislatura. Se tapan constantemente todas las pifias que hacen y sin remordimiento alguno. De verdad que da grima la clase política tan baja y deleznable que tenemos en España.
Gracias por darme tu opinión, Luis.
Un saludo,
Andrés