El cambio de hora nos sigue afectando
El cambio de hora, esa práctica que nos hace adelantar o retrasar nuestros relojes, ha sido parte de nuestras vidas durante décadas. Sin embargo, en Europa, se avecina un cambio: dentro de poco tendremos un horario fijo indefinido. ¿Cómo será esta transición y cómo afectará a nuestra rutina diaria?
La idea de cambiar la hora tiene una historia interesante. Se remonta a 1916, durante la Primera Guerra Mundial. Alemania, en pleno conflicto bélico, buscaba reducir el consumo de carbón para destinarlo a sus fábricas de armas. Así nació el horario de verano, que consistía en adelantar los relojes una hora en primavera y retrasarlos en otoño. La mayoría de los países vecinos, incluyendo el Reino Unido, Estados Unidos y Australia, siguieron su ejemplo.
La propuesta de la Comisión Europea
En 2018, la Comisión Europea propuso suprimir el cambio de hora estacional en toda la Unión Europea. Esta propuesta surgió tras una consulta pública en la que 4,6 millones de ciudadanos europeos expresaron su deseo de poner fin a esta práctica. Los eurodiputados respaldaron la idea en el primer semestre de 2019. Sin embargo, desde entonces, el tema ha quedado en un limbo.
Este cambio definitivo hacia un horario fijo se ha estancado dado que el sistema político europeo enfrenta múltiples problemas, como la guerra de Rusia en Ucrania, las secuelas de la pandemia de covid y las consecuencias económicas. Estos asuntos han acaparado la atención de los líderes de la UE, dejando poco espacio para debatir el fin de los cambios de hora, que hasta 2026, por lo menos, no dejaremos de mover las agujas del reloj dos veces al año, al menos en España, ya que así lo dice el BOE desde 2022.
El impacto en nuestra rutina el cambio de hora
Si bien la eliminar el cambio de hora se acerca, aún no sabemos cuándo ocurrirá definitivamente. El horario de verano, en el que adelantamos nuestros relojes una hora en primavera, tiene efectos nocivos en nuestra vida cotidiana, tales como:
- Ajuste del Reloj Interno: Aunque solo es una hora, altera nuestro reloj interno y puede llevar varios días reajustarnos al nuevo horario. Algunas personas experimentan irritabilidad, falta de concentración e insomnio.
- Impacto en la Salud: La Sociedad Española del Sueño advierte que los cambios de hora pueden afectar negativamente nuestra salud. El horario de verano, en particular, puede provocar un sueño insuficiente y desorganizado, relacionado con enfermedades como el cáncer, el Alzheimer y la hipertensión.
- El Dilema del Horario de Verano: El horario de verano es más perjudicial que el de invierno. Si fuera permanente, habría falta de luz por la mañana en invierno y exceso por la noche en verano, afectando nuestro rendimiento y vulnerabilidad a enfermedades.
En definitiva, la propuesta de eliminar el cambio horario en Europa está ahí, pero el tiempo dirá cuándo será una realidad. Mientras tanto, y al menos hasta 2026, seguiremos más pendientes del reloj dos veces al año, hasta nueva orden.
¿Y tú, qué horario prefieres? ¿Verano o invierno? ¡Cuéntame en los comentarios!