El Marketing que viene. Reflexiones de un emprendedor

Últimamente tengo la sensación de estar viviendo una segunda Revolución Industrial protagonizada por los avances tecnológicos. Unos avances que están modificando nuestras conductas, nuestros hábitos, estilos de vida, nuestra forma de relacionarnos e incluso, de disfrutar de nuestro tiempo libre. Algunas empresas están reaccionando ante estos cambios. Y por supuesto, el sector del Marketing también. Surgen nuevas compañías y modelos de negocio que dan respuesta a nuevas necesidades y preferencias de los consumidores; y por otro lado, las marcas necesitan emplear nuevos métodos para lograr conectar con las personas. Ahí está el reto: ¿Cómo captar la atención y convencer a un consumidor cada vez más exigente, saturado de información y supercomprador?

Personalmente, yo percibo este momento como una situación donde se están produciendo grandes movimientos de placas tectónicas, y unas empujan y desplazan a otras, modificando totalmente el suelo que tengo a mis pies. ¿Qué está sucediendo? ¿Cómo podemos aprovechar estos cambios? ¿Qué oportunidades surgen?

Estamos reescribiendo las reglas. Todas las industrias se están moviendo y están girando. Un ejemplo, ¿te acuerdas de Blockbuster? Fue totalmente superada por Netflix, una plataforma de Internet que surgió en California. Proporciona series y películas bajo el sistema “on demand”, dónde y cuándo el usuario desea, para todo tipo de dispositivos electrónicos –portátil, tablet, smartphone, smartTV…-, a cambio de una tarifa plana. En los países de América y Europa, donde opera, ha cambiado totalmente el modelo de consumir televisión. O Amazon, otro ejemplo de placa tectónica que está transformando el modelo del consumo de contenidos.

También hay actitudes del propio consumidor que están arrasando con lo que conocíamos hasta ahora. Me refiero al empoderamiento del usuario y al auge del uso del Smartphone, que están facilitando una economía disruptiva. Sí, disruptiva, un término que parece que se ha puesto de moda en el ecosistema emprendedor, y que define a la perfección el contexto actual, con cambios en los mercados protagonizados por la innovación y la tecnología.

¿En qué se traduce esto? Entre otras cosas, en que el modelo publicitario que conocíamos hasta el momento, ha muerto. Simplemente, no es suficiente lo que se ingresa por publicidad con lo que las empresas deben invertir para ser competitivas. Lo estamos viendo claramente en los medios de comunicación y en las televisiones, fuente número uno de entretenimiento y contenidos en España. ¿Hacia dónde avanzamos? Los ciudadanos estamos democratizando los contenidos y los servicios. El modelo colaborativo ha “desmercadonalizado” el consumo. Y no por una cuestión puramente económica –que también-, sino de sociabilización y de empoderamiento. Y lo vemos en todos los sectores: restaurantes, belleza, transporte, música, viajes, etc.

Ya no sólo contamos sólo con peluquerías de barrio o grandes cadenas. Ahora también existen las peluquerías a la carta y a domicilio, a golpe de click, que funcionan con una aplicación móvil y con geolocalización. Esto es un ejemplo de la tendencia que viene, la tangibilización de lo digital. Y con este panorama, como empresario yo apuesto por el ecosistema Mobile, por la Netnografía y por el ocio.

Lo aterrizo con más ejemplos. ¿Te dedicas a la hostelería y tienes un local que en ocasiones está vacío? ¡Prueba a realizar una acción push y lanza una campaña de publicidad geolocalizada a través del Smartphone! Engancha con una oferta atractiva a aquellos que están próximos, quizá en otros negocios cercanos. Cualquier empresa, grande o pequeña, puede beneficiarse de las ventajas y aplicaciones que tenemos con los dispositivos móviles. Tan sólo debemos ser muy conscientes de que son excelentes medios de información para el usuario en tiempo real, y por ello, aconsejo conocer todas las posibilidades que están a nuestro alcance. La movilidad está dividida en microparcelas, con muchas empresas que dan servicios y trabajan en áreas muy específicas.

Un emprendedor debe conocer bien el potencial del Marketing Digital. Saber mucho de estrategias push, donde la empresa impacta al usuario, y de estrategias pull, donde es el usuario empoderado quien demanda algo a la empresa. Conocer también todos los formatos publicitarios online, mucho de métricas y analítica, de SEO y SEM, y de las diferentes herramientas que nos guían para la toma de decisiones. Y si no es un experto en estos campos, contratar a quien lo sea.

También considero fundamental conocer las redes neuronales, una disciplina que se encuentra aún en desarrollo pero que estoy seguro que será otro vértice sobre el que pivotará toda estrategia de marketing. Se trata de hacer antropología digital, aplicar técnicas de la sociología y de la etnografía al entorno digital para conocer y analizar a los usuarios, a tu audiencia, a tus clientes, a tus bases de datos, identificar a los influencer clave que se encuentran entre tus contactos y de tu sector.

Valorando la evolución de nuestros hábitos y del marketing, también me aventuro a señalar que los próximos años vamos a vivir muy orientados al ocio. De hecho, ya está sucediendo. Las marcas buscan entretener y divertir.

Y no pierdas de vista el sector de los juegos. Están en todos los dispositivos. Móviles, portátiles, consolas, PC…  Y los usuarios pasan horas y horas jugando. Por ello creo que asistiremos a una evolución de las inserciones publicitarias y del product placement en los mismos. Al igual que tenemos que estar muy atentos a la TV interactiva: Del smartphone hemos pasado a la Smart TV.  Es esperable que cobren fuerza las redes sociales asociadas a la televisión, como Series.ly y Miso, al igual que  la Realidad aumentada, tanto en juegos como en la televisión.

Y volvemos a lo que señalaba al comienzo del artículo: al cambio de los modelos, a la transformación de la forma de producción y de consumo de contenidos.

Como ves, todo se resume a experiencias. ¿Está tu mente y tu empresa preparada para el futuro que ya es presente?

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