Modelos colaborativos en plataformas digitales

Andrés Macario. La llamada economía colaborativa es una nueva forma de relación entre el cliente y la empresa, la cual se basa principalmente en conectar, crear y compartir valor. Con la llegada de las nuevas tecnologías, este movimiento ha experimentado un fuerte crecimiento en importancia y en número de usuarios debido a que las interrelaciones entre las diferentes partes se logran simplificar.

Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el ámbito del consumo. Este nuevo enfoque permite a los individuos convertirse en pequeños emprendedores que prestan servicios a usuarios finales y a cambio obtienen un rendimiento de sus activos infrautilizados. Además, con el uso del mundo online se logra poner en contacto de manera instantánea la oferta con la demanda, lo cual hace que las posibilidades de satisfacción sean mayores.

Según el informe realizado por Adigital sobre «Los modelos colaborativos y bajo demanda en plataformas digitales«, existe una opinión cada vez más fragmentada sobre lo que significa el concepto de economía colaborativa. Esta opinión se divide entre los que consideran que únicamente es una relación que se puede dar entre particulares y los que amplían la idea hasta la economía bajo demanda o de acceso, donde entran en juego las empresas. En ambos casos se coincide en que es un sector en auge, con multitud de iniciativas, tanto de carácter social como empresarial. Por todo ello, es importante conocer cuáles son las particularidades que caracterizan a este nuevo tipo de consumo online, para llegar a situarse en el contexto actual.

A continuación presento una infografía que resume algunas de las conclusiones del informe de Adigital.

Modelos colaborativos en las plataformas digitales - infografía Andrés Macario
Modelos colaborativos en las plataformas digitales – infografía Andrés Macario

Definición de los modelos colaborativos, bajo demanda y de acceso

Antes de comenzar a definir los diferentes modelos que existen es necesario conocer qué es una plataforma digital y como funciona. Pues bien, esta es la responsable de la intermediación entre las diferentes partes, donde los usuarios se ponen en contacto entre ellos. Estas plataformas funcionan como un mercado de dos o varios lados, es decir, los participantes pueden adoptar tanto un papel de consumidor como de proveedor.

La economía colaborativa está formada por las relaciones entre partes iguales, las llamadas relaciones ´peer to peer´ (P2P) y business to business (B2B) y también las P2B, donde un particular ofrece sus servicios a una empresa. Este tipo de modelo se lleva a cabo a través de plataformas digitales que permiten utilizar, compartir, intercambiar o invertir los recursos propios, todo ello sin una contraprestación establecida previamente. Algunos ejemplos de ello son el crowdfunding, el carpooling y las plataformas como BlaBlaCar, Airbnb, CronoShare, Apprentus o Bonappetour.

La economía bajo demanda se fundamenta en la intermediación de oferta y demanda que se genera entre una empresa y un consumidor (B2C). Cabe destacar que la relación aparece cuando el usuario expresa su necesidad y la otra parte profesional cubre esa demanda a cambio de una contraprestación. Platafomas como Uber o Cabify son ejemplos de ello.

Finalmente, la economía de acceso está formada por aquellas plataformas en las cuales una empresa expone unos bienes a disposición del conjunto de usuarios por tiempo limitado y con fines comerciales. Estos bienes se adaptan al tiempo de uso real y al espacio geográfico. En este caso los ejemplos más importantes son el coworking, el carsharing y los servicios de bicicletas compartidas.

Claves del éxito

Está claro que este nuevo modelo de consumo tiene una gran influencia en la actualidad y se prevé que siga en aumento en el futuro, pero ¿cuáles son la claves que determinan su gran éxito? Principalmente están basadas en los efectos positivos que conlleva utilizar las plataformas digitales, ya que el mundo online se caracteriza principalmente por la sencillez y la inmediatez. Por otro lado, también se puede destacar la reducción de intermediarios, lo cual lleva al usuario a involucrarse en el proceso de manera más directa. Además, muchas de estas nuevas plataformas promueven como estandarte llevar a cabo un impacto medioambiental menor, lo cual es un gran atractivo para muchos usuarios.

La mayoría de los usuarios de estas plataformas dan una vital importancia al hecho de poder dar salida a la capacidad ociosa de los bienes, o lo que es lo mismo, evitar que sus bienes queden infrautilizados. Asimismo, también valoran positivamente la creación de comunidades de usuarios, las cuales hacen posible que el contacto entre ellos sea ágil y fácil, en algunas ocasiones simplemente mediante las redes sociales.

Todo esto favorece la creación de relaciones personales entre los usuarios, en un entorno seguro y de confianza. Y es aquí donde aparece la clave principal ya que, en el mundo en el que vivimos, donde las relaciones online lo dominan prácticamente todo, este tipo de plataformas consiguen llegar en muchas ocasiones al entorno personal del individuo, mejorando con ello la satisfacción general con el servicio.

Tipos de usuarios y relaciones entre ellos

El número de usuarios de estas plataformas continúa aumentando, pero no todos actúan exactamente de la misma manera, ya que cada uno puede tener una función dentro del canal. Empezamos con la pieza fundamental de todo tipo de organización, el usuario. Este puede ser cualquier persona física o jurídica que se registra en la plataforma y a partir de ahí comienza a relacionarse con otros individuos que también estén registrados. Después está el consumidor, el cual es el usuario que se relaciona con un profesional para demandar un servicio o un bien.

Por otro lado, están los proveedores, los cuales son usuarios que utilizan las nuevas plataformas como un canal de venta adicional y complementario a su actividad habitual, siendo el ánimo de lucro su principal motivación.

Además, es importante distinguir entre profesionales y no profesionales. Los primeros son los que llevan a cabo su actividad o prestan un servicio con ánimo de lucro y de manera habitual. Los segundos llevan a cabo su actividad sin intenciones comerciales y con la finalidad de compartir un bien, su tiempo o los costes de un proyecto. Finalmente, cabe destacar que un mismo usuario puede ser no profesional en una plataforma y profesional en otra, ya que según sus habilidades y necesidades demandará y ofertará cosas diferentes.

Sectores de actividad

Este nuevo modelo de consumo ha llegado a prácticamente todos los sectores de la economía, aglutinando a un gran número de usuarios en cada uno de los ámbitos. Por ejemplo, en el alojamiento, se alquilan o intercambian temporalmente bienes inmuebles entre no profesionales, ya sea una vivienda o una habitación. En las finanzas destacan el crowdfunding de donación y de recompensa y el fintech, para llevar a cabo transacciones monetarias entre particulares sin intermediarios.

En el sector de la movilidad y el transporte aparece el uso compartido de vehículos y bicicletas, el alquiler entre particulares, la compra conjunta de billetes de tren y los coches con conductor. Para las tareas y el trabajo son populares los llamados bancos del tiempo, los guías turísticos y de experiencias y el intercambio de microtareas entre individuos. Para el ámbito del consumo se suele llevar a cabo el trueque de objetos, la compraventa y alquiler de objetos de segunda mano, así como compartir espacios de trabajo e incluso la red wifi.

En el campo del conocimiento se habla de poner en común los conocimientos, los recursos educativos y la información, para compartirlo con el resto de usuarios. Finalmente, en la gastronomía destacan los grupos de compra para lograr comprar más cantidad a un precio más barato y los cultivos compartidos.

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