Guía legal para contratar a un influencer #infografía
Andrés Macario. La capacidad de los influencers para llegar a millones de potenciales consumidores es tal, que son una pieza clave en las estrategias de marketing digital. Ya sean blogueros, youtubers o instagramers, su poder de convicción afecta a un 50 por ciento de consumidores que afirma confiar en las recomendaciones de los influencers a la hora de realizar una compra.
Las colaboraciones de influencers a través de las redes sociales, para promocionar las marcas, van en aumento. En muchas ocasiones, el influencer lucirá o hablará de las bondades de un producto en sus perfiles porque le apetece o porque es fan de la marca. Pero no hay que olvidar que se trata de publicidad y que en la mayor parte de las ocasiones, las recomendaciones serán a cambio de una contraprestación económica.
La labor promocional de los influencers es indudable dada, obviamente, su influencia en el público objetivo al que se dirige, y que puede coincidir con el target de la marca. No obstante, es importante constatar que se puede estar poniendo la imagen de la marca en manos de alguien que es ajeno a la empresa y que normalmente no es un profesional del sector. Es fundamental tener previstos los efectos para la reputación de la marca y las medidas a tomar en caso de que no sean los deseados.
Por este motivo, antes de contratar a una persona influyente, es necesario que todos los aspectos legales estén definidos mediante la regulación de la relación entre marca e influencer. El tipo de contrato, la delimitación de servicios y contenidos, o la remuneración pactada son algunos de los puntos que IAB ofrece en su Guía legal: Marketing de Influencers. En ella se dan una serie de consejos y pautas en tener en cuenta a la hora de comenzar esta relación profesional y que ambas partes, influencer y empresa tengan una buena cobertura legal y sean conocedores de sus límites, derechos y obligaciones. En la siguiente infografía se pueden ver de forma gráfica:
Puntos clave a tener en cuenta a la hora de contratar a un influencer
Forma del contrato: No es obligatorio ajustarse a un determinado modelo de contrato. Lo importante es que la relación de carácter mercantil quede regulada por escrito También se pueden añadir «determinadas garantías que sirvan para deslindar responsabilidades en caso de que el contenido o las actuaciones del influencer en cuestión puedan molestar a terceros o suponer posibles ilícitos por su parte». Hay que tener en cuenta que puede haber intermediarios o agentes que tengan sus propias condiciones (y obligaciones) legales para la marca.
Delimitación de los servicios: El contrato debe indicar de forma clara los servicios que se solicitan al influencer que permitan hacer un seguimiento como la existencia o no de un guión, si «es necesario que se incluyan determinados contenidos de forma obligatoria (mención expresa de la marca, uso de determinadas frases, ropa, elementos…).» , extensión de los contenidos (número de palabras, tiempo del video…) y periodicidad, si unos contenidos deben ir junto a otros o el uso de medios técnicos. Según IAB «es importante que la redacción de los servicios esté muy trabajada, de forma que logre el equilibrio justo entre definición de contenidos y libertad creativa» del influencer.
Obligaciones legales: Existen obligaciones legales al tratarse de acciones comerciales. Estas deberían quedar plasmadas en el contrato como responsabilidad del influencer en caso de incumplimiento.
Información: El receptor debe saber que está viendo publicidad. «También deberá quedar claro quién es el anunciante o marca detrás de la acción publicitaria». Esta responsabilidad debe recaer en el influencer, excepto que la marca solicite expresamente revisar los contenidos antes de ser publicados.
Respeto a derechos de terceros: Los contenidos del influencer tienen que ser originales, no valen copias de contenidos creados por terceros o que vulneren derechos de propiedad intelectual, en cuyo caso la responsabilidad sería una de las obligaciones o garantías del influencer.
Remuneración: La remuneración y los regalos (pagos en especie) también tienen valoración económica, por lo tanto tienen obligaciones fiscales. Si el pago va sujeto a objetivos, el contrato debe indicarlos así como el uso de un sistema de medición o seguimiento.
En general, las marcas y los anunciantes ya trabajan mano a mano con los influencers. Consiguen, como decía anteriormente, lo que mucho anuncios convencionales no logran: notoriedad y sobre todo, incrementar el engagement de los seguidores con la marca. Establecer un marco regulador es positivo para ambas partes, ya que se genera un entorno seguro donde desarrollar con total tranquilidad las acciones de marketing propuestas.
Buenos días,
sería posible ver un contrato tipo para esto???
O un sitio de descarga o algo del estilo
Un saludo