El analfabetismo digital, un nuevo reto para la sociedad
En la actualidad, nos encontramos sumergidos en un mundo en el que la tecnología forma parte de nuestro día a día. Vivimos conectados a la red y quien no entiende sobre ello, se podría decir que está perdido o poco enterado de lo que ocurre su alrededor.
Hay personas que han nacido inmersos en las tecnologías de la información y comunicación (TICs), sobre todo las generaciones más jóvenes, quienes las ven imprescindibles para numerosos procesos en sus días. Pero también es cierto, que hay un gran sesgo de la población que no poseen el mismo nivel de conocimiento sobre estos nuevos recursos digitales. A estos sujetos se los denomina analfabetos digitales y suelen situarse en torno al mismo rango de edad, personas mayores de cincuenta y cinco años.
El analfabetismo digital no solo se refiere al hecho de no saber utilizar un aparato electrónico, sino también a no saber comprender y aplicar la tecnología en nuestra vida para hacer que esta mejore o para ser más eficientes y productivos con su uso.
La llegada de Internet a nuestra vida ha supuesto un gran cambio que no solo afecta a las empresas adaptando su forma de trabajar en torno a un proceso de digitalización continuo, sino también al uso de las nuevas tecnologías en los hogares y en sus rutinas cotidianas.
Parece mentira, pero aun casi el 50% de la población española, tiene un bajo nivel de entendimiento sobre la red, sobre el uso de la informática o de plataformas digitales. En concreto, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España en 2019 había más de 5,5 millones de personas que nunca habían usado Internet. Cuesta creer que en pleno siglo XXI, haya tanta población que no tenga conocimientos sobre esto.
La falta de interés de las personas de mayor edad y la facilidad de aprendizaje de los jóvenes son las dos visiones de un país con los niveles de digitalización más bajos de Europa.
La aparición de las nuevas tecnologías ha marcado diferencias notarias en la sociedad. Ya sea por factores económicos, ya que no todas las personas ni todos los países tienen las mismas oportunidades de acceder a los recursos digitales; sino también por la forma de comprensión, debido a que hay quienes se han adaptado a estos cambios, pero también hay otros que no han conseguido adaptarse.
Y es que la adaptación de la tecnología en nuestro día va desde despertarse y consultar el tiempo en el móvil antes de salir de casa, leer las noticias en los periódicos digitales, consultar los horarios del trasporte público, contestar un correo, teletrabajar, consultar una ruta para ir más rápido a trabajar gracias al GPS o ver una serie antes de ir a dormir. Algo que hace unos años nos resultaría cosa del futuro, actualmente es nuestro presente.
De esta forma, la sociedad está dividida y se encuentra ante una nueva brecha económica, social, cultural y educativa; donde se identifican perfectamente dos grupos: los alfabetos y los analfabetos digitales. Además, este concepto está relacionado con otra gran brecha; la digital; que se define como la diferencia en el acceso y conocimientos de uso de las TICs como parte de la rutina diaria.
El uso de la tecnología en los hogares está creciendo, sin embargo, la capacidad de aprendizaje de los usuarios no. Es necesario educar, para que en un futuro no sean los jóvenes los únicos que consuman lo digital. La población necesita tener unos conocimientos básicos para saber utilizar correctamente herramientas tan simples como un móvil donde llamar por teléfono, saber usar las aplicaciones, consultar las noticias del día o el tiempo de su localidad. Aun estamos a tiempo de cambiar esa visión y situar a España a lo alto de la digitalización.
Evidentemente es un gran reto para la sociedad el analfabetismo digital. Y mucho más si tenemos en cuenta lo rápido que evoluciona el tema digital
Sin duda Eduardo, como decía: «Aún estamos a tiempo de cambiar esa visión y situar a España en lo alto de la digitalización». Gracias por tu comentario! Un abrazo!!