Competitividad elevada a la digitalización | Más Tribuna

Artículo de Andrés Macario publicado originalmente en la revista Más Tribuna en marzo de 2017

Vemos a los más jóvenes de nuestra sociedad enganchados al móvil y lo que desde este dispositivo manejan. Millennials, centennials… nosotros mismos nos sorprendemos jugueteando con esta y esta otra aplicación, como si se tratara de un juego. Pero no lo es. En la digitalización nos jugamos el progreso de nuestra sociedad, la productividad de nuestras empresas y, en definitiva, la competitividad de España dentro de Europa y frente al mundo. Jugar es bueno si nos permite aprender. Ha llegado el momento, no obstante, de tomarnos en serio los deberes de hoy para obtener los frutos de mañana mismo.

Hasta hace relativamente poco, la digitalización sonaba para la mayoría, por un lado, a cosa de la tecnología que se dejaba notar en los dispositivos y el entretenimiento, como si se tratara de la llegada del compact disc que nos hizo arrumbar nuestros cassettes. Por otro lado, la identificábamos con los cambios en las comunicaciones personales que harían que las cartas y postales dejaran paso para siempre a las aplicaciones de mensajería y las redes sociales. Así nos hemos adentrado, casi hasta la médula, en la cara lúdica de la digitalización. La hemos adoptado en nuestro entorno personal, absortos en nuestros smartphones, tanto que apenas nos hemos apercibido de su relevancia económica.

Digitalización y economía

Digitalización es sinónimo de Economía, en la medida en que es condición imprescindible para mantener la actividad y la posición competitiva entre empresas y entre estados. No es un fenómeno que se circunscriba a las empresas tecnológicas, ni una materia para los departamentos de sistemas o de marketing. Lo digital no es algo accesorio que rellena los negocios de siempre, sino la base de nuevos modelos de negocio. Impregna transversalmente todos los sectores y altera radicalmente las funciones que desempeñamos profesionalmente. El resultado es que las empresas y países que despunten en la economía digital, dominarán cualquier ámbito y zona geográfica, sin importar cuál sea su procedencia o su legado histórico.

Para poder confeccionar una hoja de ruta, es necesario desmenuzar los componentes de la transformación digital y establecer indicadores que iluminen sobre la posición actual y sobre el camino a recorrer, tanto a nivel macro como microeconómico, ambos íntimamente relacionados. A tal efecto, el Foro Económico Mundial viene haciendo –de forma bianual y desde 2012- el Informe Global sobre Tecnologías de la Información, que incluye, a su vez, el Índice de Preparación en Conectividad. Este informe mide el grado de preparación de los países para aprovechar las oportunidades de la transformación digital. La conectividad tiene un papel fundamental de cara a la Cuarta Revolución Industrial.

Digitalización y agenda digital

Por el momento siguen siendo las personas quienes adoptan con mayor entusiasmo las TIC que las empresas y las administraciones. Este informe sitúa a España –que este año aspira a ser la decimosegunda economía del mundo por PIB- en el puesto 35 del ranking mundial, mientras que siete estados europeos se colocan el en top-10. La puntuación de España queda penalizada por aspectos como las habilidades digitales, la calidad del sistema educativo o el entorno regulatorio. Salimos favorecidos en el nivel de uso de las tecnologías en el ámbito individual, no así en el entorno empresarial. De las conclusiones del foro se desprendieron algunos titulares que llenaron columnas de opinión y blogs. Si queremos transformarlos en palancas accionables, necesitamos descender un nivel más en el detalle.

La hoja de ruta en Europa se llama Agenda Digital. Antes de pensar en rankings, conviene que nos fijemos en cuáles son las áreas que establece la Comisión Europea en este terreno –de modo que no tratemos de inventar la rueda-: Conectividad, Capital Humano, Uso de Internet, Integración de la Tecnología Digital y Servicios Públicos Digitales. Cinco áreas, por tanto, a las que prestar atención de forma equilibrada. En esta ocasión me gustaría prestar una atención especial a la de Integración de la Economía Digital dentro de la cual el organismo europeo distingue, a efectos de valoración, dos dimensiones: La primera, la digitalización de los negocios, que incluye aspectos como el uso de redes sociales o de la nube entre las empresas. La segunda es eCommerce, por la que mide el nivel de comercio electrónico, atención: ¡en las Pymes!

Digitalización y empresa… ¡también pymes!

No hay que perder de vista ninguno de estos aspectos si queremos trazar un plan para mejorar nuestra posición que, ya adelanto, es visiblemente mejorable. España ocupa el puesto 15 en la Europa de los 28 según el llamado DESI (Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2016). España sube dos posiciones en el cómputo total, mejoramos ligeramente en conectividad por el despliegue de banda ancha y presentamos fortalezas en el recurso a tecnologías digitales, como es el caso del uso de redes sociales por parte del 21% de empresas (que nos da un puesto 7) o la identificación por radiofrecuencia. Pero nos estancamos en el uso de internet y las competencias digitales (puestos 21 y 18), lo cual supone una debilidad por el lado de la demanda. Un 16% de las Pymes vende online (puesto 12), pero las ventas en eCommerce sólo supone el 7% de su facturación (puesto 20, y bajando).

El problema que nos encontramos en muchas de las dimensiones analizadas no es tanto que nuestro desempeño sea deficiente, sino que la evolución del resto de países europeos está siendo más rápida y, en lo digital, la velocidad cuenta más que nunca. El informe de la Comisión Europea constata que los negocios españoles no están aprovechando óptimamente las nuevas tecnologías digitales. El uso de los medios sociales y la nube por parte de nuestras empresas crece, pero de manera demasiado lenta “para una economía con un fuerte foco en servicios de turismo y alojamiento, y que aún contrasta con el entusiasmo con el que los españoles han adoptado las redes sociales”.

Digitalización, Europa… ¡y España!

Europa es un mercado de 500 millones de consumidores y, como tal, una oportunidad para hacerse fuertes frente a actores estadounidenses o asiáticos y liderar la economía digital global. Para ello es necesario superar fragmentaciones y barreras internas, de las que la digitalización no entiende. La economía digital, si se desarrolla adecuadamente, puede permitir la extensión de los mercados, la generación de riqueza y de empleo. España tiene magníficas oportunidades si aprovecha las fortalezas en términos de talento, el tejido empresarial soportado en gran medida por Pymes y el desarrollo de su industria: de hecho, los sectores de viajes y alojamiento son dos de los tres más digitalizados en Europa, frente a construcción, que está a la cola.

Por primera vez en España, en la presente legislatura, una cartera ministerial incluye la Agenda Digital en su nombre. Quiero ver en este detalle un punto de inflexión. Para un desarrollo pleno de la sociedad digital, es necesaria una mayor implicación de los españoles en la adquisición de habilidades digitales. Avanzamos, pero demasiado despacio para situarnos en el grupo de los líderes. Competencias digitales escasas penalizan la explotación de los beneficios económicos de la digitalización. La Agenda Digital para España, vigente hoy, contiene numerosos planes, la mayoría de los cuales se desarrollaron en 2013 fijando en 2015 sus objetivos. Podemos esperar a que lleguen las medidas estructurales. O podemos ejercer nuestra responsabilidad como padres, profesores, directivos, informadores o empresarios. Propongo esta segunda opción. En formación, concienciación, estrategia, especialización e inversión, todos tenemos mucho que hacer para convertir la digitalización en palanca que eleve la competitividad de nuestra economía.

Sobre Andrés Macario

Foto de perfil de Andrés Macario

Andrés Macario Gañán es el director general de Vacolba, partner de negocio orientado a la venta en el entorno digital. La clave de su éxito es el foco en resultados, la excelencia en el desempeño y la flexibilidad en la implementación. Ofrece una solución llave en mano, acercándose al usuario final a través de profesionales especialistas en ventas de calidad.

Vacolba nació para ayudar a las empresas a impulsar sus ventas en el nuevo entorno digital y se ha consolidado como partner de importantes marcas como Vodafone, Movistar, Sanitas y Tyco.

Andrés está muy presente en el mundo digital a través de su blog andresmacario.com y su cuenta en Twitter @andresmacariog donde ofrece consejos para la transformación digital de las organizaciones y pautas para ser CEO digital. Además de colaborar en medios de comunicación, Andrés escribe en blogs como ‘Con Tu Negocio’, ‘TICs y Formación’, Tribuna o ‘PuroMarketing’.

 

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