La motivación, uno de los pilares de Google
¿Te gustaría trabajar en una oficina en la que hubiese futbolines, billares, toboganes para bajar de un piso a otro o cafetería con todo gratis? Pues para aquellos que piensen que es un idea estupenda os invito a seguir leyendo, ya que hoy me gustaría hablar sobre la motivación en el trabajo y, más concretamente, en la filosofía que Google lleva a cabo con sus trabajadores.
El secreto laboral de Google es mantener contentos a sus empleados porque ha comprobado que su rendimiento aumenta en gran medida gracias a este tipo de iniciativas. Los empleados de Google trabajan en unas oficinas muy diferentes a las de cualquier empresa. Decoración muy colorida, elementos recreativos, cafetería con comida gratis y muchos otros ambientes en los que poder reflexionar, exclusivamente pensados por y para que el trabajador se relaje, esté a gusto y dé rienda suelta a su imaginación. Diariamente, tienen permiso para dedicar un 20% de su jornada a desarrollar proyectos personales porque tal y como afirma Javier Rodriguez Zaparero, director general de Google España, “no hay una vida personal y otra profesional, hay solo una vida y es importante estar a gusto”.
Google es una de las empresas que más éxito ha cosechado en los últimos diez años por lo que debemos creer que este sistema funciona. Es normal que para muchos resulte una auténtica locura poder jugar en horas de trabajo al paintball o a cualquier videoconsola pero esta es la clave de Google pues dedica un 60% del espacio de sus oficinas al ocio mientras que sólo destina un 40% a zonas de trabajo.
Los trabajadores de Google deciden ellos mismos en qué proyectos implicarse cada día en función de sus aptitudes y el desarrollo que puedan hacer de sus habilidades. De hecho, el sistema de trabajo es muy curioso. Si a alguien se le ocurre, por ejemplo, una aplicación nueva necesitará para llevarla a cabo informáticos, programadores, diseñadores y muchos más trabajadores de diferentes sectores que le ayuden a sacarla adelante. Sin más papeleo. El trabajador en cuestión publica su proyecto en la Intranet de la empresa y son sus propios compañeros los que deciden implicarse en él y comenzar a trabajar. El objetivo es conseguir la colaboración entre los empleados y evitar la competitividad interna.
El día a día en sus oficinas se convierte, en ocasiones, en una auténtica aventura. Es muy curioso el caso del tobogán de Zurich, que conecta la zona de oficinas de la primera planta con la cafetería y el gimnasio de la planta baja. Uno de los principales usos, además de que no haya que esperar al ascensor para bajar a tomar un café, es que los empleados recién contratados tienen que bajar por él para proceder a su “presentación” ataviados con un ridículo sombrero de colores. La cafetería cuenta con sus propios cocineros contratados exclusivamente para el edificio y la carta no es pequeña, sobre todo si tenemos en cuenta que la variedad pasa por comida especial para aquellos trabajadores que sean vegetarianos.
Sala de masaje, gimnasio, juegos de mesa, chocolate, helados, patatas fritas… y, aunque parezca que no, en Google también se trabaja. Cuanto menos curioso ¿verdad?
