¿Cuántas viviendas vacías hay en España y qué ocurrirá con ellas?

El Censo de Población y Viviendas de 2023 registró 3,8 millones de viviendas vacías en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto representa aproximadamente el 14,41% del total de viviendas en ese momento, por lo que estas cifras indican que una parte significativa del parque residencial de nuestro país permanece sin ocupar.

Es importante destacar que aproximadamente el 20% de estas viviendas vacías se encuentran en edificios construidos hace poco más de dos décadas. Esta diversidad en la antigüedad de las viviendas sin ocupar hace que nos preguntemos por su estado y por sus futuros usos, así como por las condiciones en las que se encuentran.

➡ ¿Cuáles son las causas de la existencia de casas vacías?

La existencia de viviendas vacías en España se atribuye a una combinación de factores multifactoriales, como los siguientes:

1. Inversión y especulación: Muchos propietarios adquieren viviendas como inversión. Durante el auge inmobiliario previo a la crisis de 2008, la construcción de nuevas viviendas aumentó de manera considerable. Sin embargo, la demanda no siempre siguió el mismo ritmo y como resultado, algunas propiedades quedaron sin ocupar y se convirtieron en activos para la especulación.
2. Herencias y propiedades abandonadas: Las viviendas pueden permanecer vacías debido a herencias. Los herederos pueden no estar interesados en vivir en esas propiedades o no tener los recursos para mantenerlas. Además, existen viviendas abandonadas por diversas razones, como la migración de la población rural a las ciudades.
3. Segundas residencias: Muchas personas poseen segundas residencias en zonas turísticas o rurales. Estas casas a menudo permanecen desocupadas durante gran parte del año y solo se utilizan en vacaciones o fines de semana.
4. Problemas legales y burocráticos: Los trámites legales y la burocracia pueden dificultar la venta o el alquiler de viviendas. Algunos propietarios prefieren mantener las propiedades vacías en lugar de lidiar con estos obstáculos.
5. Especulación urbanística: En algunos casos, los promotores inmobiliarios construyen viviendas con fines especulativos, sin considerar la demanda real. Cuando estas propiedades no encuentran compradores o inquilinos, quedan vacías.
6. Crisis económicas y desahucios: Durante las crisis económicas, como la de 2008, muchas personas perdieron sus hogares debido a desahucios. Sin embargo, algunas viviendas embargadas o desocupadas no se han reintegrado al mercado debido a problemas financieros o legales.
7. Falta de políticas efectivas: La falta de políticas efectivas para movilizar viviendas vacías también contribuye al problema, a pesar de que se han propuesto medidas -insuficientes- para paliar el endurecimiento de las condiciones de acceso, su implementación y seguimiento varían.

➡ ¿Qué ocurrirá con estas viviendas?

Nueva legislación y control de precios

El Gobierno de coalición en España ha querido garantizar la función social de la vivienda y el derecho a una digna. En este contexto, se ha propuesto una nueva Ley de Vivienda Estatal en la que uno de los puntos clave es la movilización de casas vacías, especialmente las pertenecientes a grandes tenedores, como si de un castigo se tratara, por las excesivas condiciones a los propietarios.

Para estimular esta movilización, propusieron la creación de un nuevo impuesto sobre las viviendas vacías, aplicable a cualquier tipo de propietario, ya sea persona física o jurídica. El objetivo es que parte de estas casas se destine al alquiler social. Esta medida busca controlar los precios de alquiler en zonas tensionadas del mercado, aunque sin surtir demasiado efecto.

El acuerdo entre las formaciones políticas establece la necesidad de definir los conceptos de “vivienda vacía” y “gran tenedor de vivienda”. Además, se busca proporcionar herramientas a las comunidades autónomas y municipios para detectarlas. La política específica debe incluir medidas fiscales, sancionadoras y de estímulo para movilizarlas, pero sin agravar la situación del propietario y respetando los intereses de las partes.

A pesar de las propuestas, el último Censo de Población y Viviendas revela que el número de casas sin ocupar sigue creciendo porque nos acercamos a casi los cuatro millones de viviendas en este estado. Estas cifras indican que el problema persiste y requiere una acción ipso facto.

En definitiva, el destino de las viviendas vacías en España está en el centro de los debates sobre vivienda y accesibilidad. La movilización del parque residencial, junto con medidas efectivas de control de precios podría marcar la diferencia en el futuro de España.

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