Estamos con vosotros
El pasado fin de semana se hacía eco una de las peores noticias del momento en España: la erupción del volcán en la Palma (Canarias). El inicio tenía lugar a las 15:12 horas del domingo en Montaña Rajada, una zona forestal de Cabeza de Vaca. La emergencia se encuentra en el semáforo rojo, tal es así que, miles de personas ya han sido desalojadas de sus viviendas. Las recomendaciones sanitarias alertaban de la importancia de mantener ventanas y puertas cerradas, así como bajar persianas y cerrar los suministros de agua, gas y electricidad, impidiendo que empeore la situación.
La realidad es que las personas nacidas o que habitan en las islas no es la primera vez que tienen que lidiar con un contratiempo de este calibre. Los antecedentes reflejan que del 26 de octubre al 18 de noviembre de 1971 ya se produjo un pequeño terremoto que ha terminado por erupcionar 50 años más tarde. No ha sido el único ya que existen registros en los que aparece que en Canarias ha habido una suma de 16 erupciones, concentradas mayoritariamente en las islas de Tenerife, La Palma, El Hierro y Lanzarote.
A diferencia de los tiempos históricos registrados en los que también hubo movimientos sísmicos, los avances tecnológicos y la ciencia ayudan a prevenir y controlar la situación. El pasado jueves, los científicos registraron una deformación de la isla de 10 centímetros, en el lugar donde se estaban produciendo los seísmos. Por otra parte, el Comité de Crisis (Pevolca) también avisaba con antelación que era probable que hubiese terremotos de mayor intensidad que pudieran causar daños a las edificaciones.
Los grandes avances del mundo digital permiten que el nivel de alerta ciudadana baje. David Calvo, un geólogo del Instituto Volcanológico de Canarias, explicaba en la Televisión Canaria que hay que seguir trabajando en el terreno e intentar estimar el volumen de lava emitido. Apuntaba que no es un escenario muy diferente al que ya han tenido en otras erupciones del mundo.
Otro de los grandes avances de la digitalización, que permite controlar la situación, son los sensores. Stavros Meletlidis, Geólogo y doctor en Volcanología, explicaba al Diario As que actualmente trabajan con sensores. Unos permiten analizar la deformación del suelo a través de los GPS; otros que son los inclinómetros, se encargan de estudiar la deformación sobre el nivel de terreno y otros permiten hacer demostraciones de gases. También trabajan en la actualidad con imágenes de satélite que facilitan el poder analizar si en algún punto se calienta más que en otro.
Además, en la entrevista remarcaba que uno de los grandes aliados en este proceso son los datos, que facilitan el poder trabajar con las gráficas y hacer que todo funcione mejor. Existe un turno de 24 horas de red de vigilancia nacional y todos los demás se encargan de mirar los datos, contrastar e interactuar.
Poder entender toda la dimensión de datos y permitir que sirvan para futuras situaciones similares resulta más fácil desde que aparecieron herramientas como el Business Intelligence. Se trata de un conjunto de metodologías, aplicaciones y tecnologías que permiten reunir, depurar y transformar datos de los sistemas en información estructurada. Posteriormente, se procede a su explotación directa o análisis y conversión en conocimiento, dando soporte a la toma de decisiones.
Otro de los progresos en el mundo digital que facilitan las labores en situaciones como la que se vive en la actualidad en España es la tecnología en drones. Gracias a sus avances se puede sobrevolar el foco en cuestión y tener una visión más amplia de la magnitud del problema. Así como observar la forma en la que va avanzando. Con su gran visión, debido a la altura en la que se mueve, se puede hacer una foto de la realidad del momento y dar información sobre el estado en el que se encuentra.
Las redes sociales tampoco han dejado pasar la oportunidad de actuar en nombre del periodismo ciudadano plagándose de mensajes sobre Canarias. Gracias al desarrollo de los dispositivos móviles, toda la población española y extranjera está al tanto de en qué fase se encontraba el volcán. De esta manera, los internautas se convierten en los protagonistas de su propia historia; desde una perspectiva cercana graban cómo la lava consume todo a su alrededor y enseñan la ayuda que los operativos están dando a las personas que allí habitan.
La información rápida y eficaz que circula por el mundo digital permite que las personas estén conectadas. Independientemente de dónde se encuentren, solamente necesitan un dispositivo móvil. Estos nuevos canales de comunicación sirven de herramienta para ir facilitando noticias a tiempo real y el estado de la situación. Uno de los ejemplos más evidentes lo encontramos en el Twitter del 1-1-2 de Canarias que constantemente, junto con la Policía, alertan de la evolución de la erupción, incluyendo en muchos casos elementos visuales. Esta realidad era impensable hace cincuenta años cuando hubo el pequeño terremoto en el mismo lugar.
Los ciudadanos y medios españoles no han sido los únicos en dar visibilidad a la noticia, también lo han hecho los medios internacionales que han informado sobre el estado actual del país.
Las llamativas imágenes recorren las portadas de los informativos extranjeros. La curiosidad se ha despertado en los miles de turistas europeos que viajan cada año a las islas y, muchos de ellos, que cuentan con una segunda residencia vacacional y necesitan estar al tanto de las últimas noticias y del avance de la lava. Así lo reflejaba Bild, un periódico alemán, que narraba que La Palma es uno de los destinos canarios preferidos por los alemanes para pasar sus vacaciones.
En definitiva, los avances tecnológicos permite que todo el mundo tenga una igualdad de oportunidades ante determinadas situaciones. A su vez, se puede conocer de primera mano cómo evoluciona la erupción y el estado de La Palma, independientemente del lugar en el que te encuentres. Incluso tú mismo puedes mostrar al resto de la ciudadanía la tesitura en la que estás y ganar una mayor visibilidad.
La información cada vez es más rápida y efectiva; ya no se necesita que los medios de comunicación lleguen o estén en un sitio puesto que con el ‘periodismo participativo’ y el avance en el mundo digital cualquiera puede contar su propia historia. Además, los avances citados ayudan a recopilar información de interés y evitar que se repita la misma situación en circunstancias similares o que, en caso de que suceda, se disponga de un mayor conocimiento que facilite frenarlo lo antes posible.