Euro Digital: Ventajas y desventajas de la nueva moneda de la UE
Hace unas semanas saltó la sorpresa de que la Unión Europea está a punto de sacar al mercado una moneda digital, Euro Digital, que está avalada por el Banco Central Europeo (BCE) y tiene como fecha límite su propuesta final en octubre de 2025, con el objetivo de que el euro tenga un papel más relevante dentro del sistema de pagos mundial.
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¿Qué es el Euro Digital y por qué se ha promovido?
Desde el BCE aseguran que este Euro digital sería el “equivalente electrónico al efectivo” y que estaría disponible “para todos los ciudadanos de la zona euro”. Con esta moneda digital se podrá pagar en comercios online, en tiendas físicas o incluso entre particulares. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo se ha dado prisa en asegurar que este “Euro Digital” será gratuito para los ciudadanos y que su implantación está justificada por la rápida digitalización del entorno.
La Unión Europea justifica la necesidad de instaurar dentro de la zona el euro digitalizado porque las transacciones en efectivo han disminuido drásticamente y para compensarlo se necesita el Euro Digital para que el euro tradicional no pierda valor y para otorgar “confianza al euro”, así como fortalecer la eurozona frente a los proveedores extranjeros.
En definitiva, la Unión Europea quiere crear una moneda digital porque el dinero en efectivo cada vez se usa menos y también como parte de una política monetaria más sostenible porque en un futuro se pueden impulsar economías en recesión gracias al tipo de interés nominal negativo que supondría almacenar una moneda digital frente al efectivo, y para mantener la competitividad del propio euro.
Ventajas y desventajas para el ciudadano
A pesar de que todavía no se conocen detalles completos sobre el desarrollo del Euro Digital, sí podemos nombrar las principales ventajas que tendrá esta moneda electrónica.
En primer lugar, gracias al euro digital será más sencillo hacer pagos digitales porque su uso será intuitivo, según el BCE, ya que sería accesible a todo el mundo de todas las esferas sociales y no debería existir ningún impedimento. Es decir, la primera ventaja es que sería una moneda totalmente democrática y de libre acceso.
En segundo lugar, el Euro digital sería una moneda mucho más segura que el efectivo gracias a la intervención del Banco Central Europeo que aseguraría privacidad ante los movimientos de esta moneda.
No obstante, y a pesar de que el BCE pretende que el Euro digital sea una moneda 100% inclusiva, aquellos ciudadanos que no cuenten con habilidades digitales competentes a las exigencias del día a día quedarán relegados a un segundo plano dado que no es obligatorio crear una cartera de euros digitales a través del BCE, y cabe la posibilidad de que estas personas dejen de lado derechos respecto al euro digital sólo por no saber cómo actuar.
De todas maneras, no debemos ser tan catastrofistas porque los bancos no se van a quedar fuera de la ecuación y serán los encargados de crear una cartera de euros digitales para cada ciudadano que lo desee y también se tendrán en cuenta las posibles discapacidades que tengan algunas personas a la hora de crear dicho monedero digital ya que podrán acudir a las oficinas para “recibir asistencia específica” y adquirir esta moneda.
Otra desventaja que competirá seguro con el principal beneficio que subraya el BCE, es la privacidad ya que no está claro hasta qué punto el BCE no tendrá acceso a supervisar nuestras transacciones con el Euro Digital dentro de la eurozona. Aún queda mucho hasta ver un marco legislativo completo que regule el uso de los ciudadanos del Euro Digital y la supervisión y control que tendrá tanto esta moneda digital como nuestros movimientos.
Del mismo modo, otra duda sobre el funcionamiento del sistema financiero europeo viene de España y es que el Banco de España ha explicado que el principal riesgo al que se enfrenta Europa es desestabilizar un sistema monetario eficiente como el nuestro que requerirá cambios sustanciales para hacer frente a la implementación del Euro Digital. Al mismo tiempo, la banca española reconoce que esta moneda electrónica “puede afectar a la intermediación financiera sustituyendo los medios de pago que ahora provee el sector financiero” y asegura que para “mitigar los riesgos” el Euro digital se debe distribuir indirectamente a través de los bancos tradicionales que estén supervisados y añadir límites a los saldos mantenidos en euros digitales y/o penalizaciones si se sobrepasa un límite tenedor.
¿Qué influencia tendrá a nivel europeo y mundial?
Cierto es que en ocasiones Europa camina a trompicones detrás de Estados Unidos o China, con la diferencia de que esta última no improvisa nada. Pero la principal influencia que tendrá la creación de esta moneda digital dentro de la UE es que servirá para fortalecer el sistema financiero de los europeos porque se utilizarían proveedores de pago europeos y se atenuarían las transacciones cuyas pasarelas de pago pasen por proveedores extranjeros, como hasta ahora, con Visa y MasterCard.
A nivel mundial, el Euro Digital se posicionaría como una moneda completamente digital, publica y democrática frente al dólar o las monedas digitales chinas, como el yuan digital o e-CNY. También en el marco macroeconómico, los pagos europeos serían más resistentes y maleables a los retos monetarios del futuro y se portaría a Europa hacia el liderazgo mundial de las finanzas digitales de los bancos centrales.
¿Cómo influye el Euro Digital en las empresas?
Las empresas son un pilar imprescindible dentro de la Unión Europea porque construyen el tejido productivo de los Veintisiete y como tal serán una de las beneficiarias del Euro Digital porque las comisiones por transacción para las empresas y clientes se pueden reducir drásticamente.
Además, el despliegue completo de esta moneda electrónica traerá consigo más fluidez del sistema de pagos dentro de la UE y podría ser una ventaja y un atractivo para las empresas que operen en euros dentro de la Unión porque para los consumidores sería más fácil pagar dentro de la UE.
Personalmente considero que el Euro Digital es un proyecto muy ambicioso por parte de la Unión Europea y que cambiará por completo nuestra relación con el Euro como sucedió cuando en España dejamos atrás las, ahora veneradas, pesetas.
Por una parte, pienso que es normal que una moneda se digitalice porque vivimos en un entorno ya adaptado a las nuevas tecnologías y a todo lo digital y ¿por qué hasta ahora el dinero no?, pero sigo con el “run run” en mi cabeza sobre qué pasará con nuestra privacidad. En el entorno digital casi no existe privacidad y lo aceptamos como el aviso de cookies que nos molesta porque no nos deja leer la información de una página de Google, pero ¿somos conscientes a lo que estaremos expuestos con el Euro Digital? ¿Qué medidas se tomarían para prevenir el lavado de dinero? ¿y para proteger el nuestro en caso de quiebra del banco central por improbable que parezca?
En definitiva, creo que el principal escollo es legislar un marco que regule enteramente todos los aspectos de esta moneda digital, que no deje flecos sueltos sobre la seguridad de nuestros activos digitales dependientes del BCE y que genere confianza en los ciudadanos para lanzarse a digitalizar su patrimonio en Europa.
¿Crees que el Euro Digital es una iniciativa buena o mala para los ciudadanos? ¿Y para la UE dentro de la economía mundial? ¿Habrá igualdad de condiciones sobre el Euro Digital para todos los países miembro de la UE?