Las pequeñas mentiras del entorno digital

El escritor estadounidense Mark Twain una vez dijo: “Una mentira puede dar la vuelta al mundo mientras la verdad se calza los zapatos”. Ahora, si cabe, la frase tiene más sentido si recordamos el mundo digital en el que nos movemos y la cantidad de información que circula a través de la red.

El uso de Internet y las nuevas tecnologías han propagado la difusión de las mentiras, bulos y fake news a través de ellas. El problema reside en la incapacidad de la población para discernir lo que es real de lo que no lo es. Y aquí, hay un conflicto, puesto que un gran bulo puede terminar convirtiéndose en una noticia sin tan siquiera serlo.

Resulta curioso que en un mundo cada vez más inteligente, aún no sepamos lo que es verdad y lo que no lo es. La tecnología, como he mencionado en artículos anteriores, supone un gran avance para el día a día y el desarrollo de proyectos, pero la demanda de inmediatez en la sociedad, unida a la necesidad de instantaneidad, exige la transmisión de noticias que, en muchos casos, no están lo suficientemente contrastadas.

Las empresas crecen continuamente en el mundo digital y su misión es defenderse de cualquier información sin rigor que circule por la red. ¿Alguna vez te has topado con un artículo falso sin saberlo? Seguramente. Incluso lo hayas compartido porque te ha llamado la atención y, posteriormente, algún detalle te ha hecho ver que no es real.

El problema de los bulos y mentiras en el mundo digital es que no tienen fin. Internet es accesible para todo el mundo que posea un dispositivo móvil, un ordenador o tablet, cualquier persona de la Tierra puede entrar a un contenido concreto y comentar sobre él sin saber de lo que va.

Cuando apareció el coronavirus en nuestras vidas, surgieron algunas noticias como: “Te ofrecemos una ayuda económica para tu familia por el Covid-19” o “estos son los productos que te ayudarán a prevenirte del coronavirus”. Muchas personas confiaron en estas informaciones puesto que había un gran desconocimiento del asunto y justo ahí es donde tienen cabida las noticias falsas. Según el primer estudio sobre el impacto de las Fake News en España elaborado por la UCM, el 86% de la población española se cree estas noticias falsas que se propagan por Internet.

Las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales han incrementado la difusión de las fake news y mentiras a través de la red, pero dentro de una empresa no son los únicos enemigos con los que nos podemos topar. ¿Qué sabemos de los bots? ¿alguna vez has oído hablar de ellos?

Según un estudio de la Universidad de Indiana hasta un 15% de las cuentas que hay en Twitter son bots. Esta nueva herramienta intenta simular la identidad real de una persona, incluso a veces de una empresa. El objetivo que persiguen es ganar la confianza de los usuarios. El problema es que cada vez resulta más complicado identificar si el perfil es falso o no. Los algoritmos que utilizan están muy sofisticados y logran copiar mejor la información real que recopilan en la red.

Esta nueva aparición en el mundo digital hace que se difundan muchas informaciones falsas a través de ella. Consiguiendo una gran divulgación por las redes sociales mediante la interacción de los usuarios.

La empresa debe saber dónde situarse, qué información es real y cuál no y, sobre todo, debe tener una estrategia definida para intentar lidiar con estas noticias que intentan desprestigiar a un determinado usuario o marca. Pese a que Internet y el entorno digital ofrecen grandes avances, también es necesario tener en cuenta que cualquier persona en el mundo puede escribir sobre un tema sin saber nada al respecto y sin ser especialista.

Uno de los grandes retos de la sociedad es aprender a diferenciar la información real de la que no lo es. Evitando así que, los bulos y mentiras que circulan de forma libre por ella, puedan manchar la reputación de las empresas o determinados nombres propios. En definitiva, intentando eliminar las pequeñas mentiras del entorno digital.

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