Los perros de terapia, cada vez más presentes y necesarios
En los últimos años, el uso de perros de terapia y asistencia en una variedad de entornos ha aumentado y eso es una buena noticia. Desde hospitales y hogares de ancianos hasta escuelas y prisiones, estos animales increíblemente empáticos están demostrando ser una herramienta fundamental para ayudar a las personas a lidiar con problemas físicos y emocionales.
En 2023, vimos un aumento considerable en la aceptación del uso de estos perros y las investigaciones han demostrado que la interacción con estos animales puede reducir la presión arterial, disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumentar los niveles de oxitocina, una hormona que induce sentimientos de felicidad y confianza. Además, pueden proporcionar un sentido de compañía para la persona afectada, lo que puede ser especialmente beneficioso para aquellas que luchan contra la soledad o la depresión.
En 2024, la tendencia ha continuado con un número creciente de instituciones que reconocen los beneficios de los perros de terapia y asistencia y los incorporan en sus programas de tratamiento, dado que no solo brindan consuelo y alegría a quienes los rodean, sino que también pueden ayudar a las personas a desarrollar habilidades sociales y emocionales.
Sin embargo, la formación y certificación de perros de terapia y asistencia es un proceso costoso y que requiere mucho tiempo “burocrático” y no todos los perros son adecuados para este tipo de trabajo. Además, algunas de las personas afectadas pueden tener alergia o miedo a los perros y limitar su capacidad para beneficiarse del trabajo de estos “dogtores”.
¿Existen estudios que avalen el uso de perros para paliar enfermedades?
Existen diversas investigaciones que respaldan la eficacia de los perros de terapia. Por ejemplo, un estudio preliminar publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología evaluó la efectividad de la terapia asistida con perros en personas de la tercera edad. Este estudio encontró mejoras en diferentes variables físicas y psicológicas después de la intervención con perros de terapia.
Además, un trabajo titulado “Terapias Asistidas por Animales: el perro y sus beneficios en la infancia” demostró los beneficios que generan las Terapias Asistidas con Animales (TAA) en niños y niñas con autismo, síndrome de Down e hiperactividad.
No obstante, un artículo en Redalyc señala que la investigación sobre la eficacia de las Terapias Asistidas con Perros hasta ahora es limitada y normalmente basada en la observación cualitativa.
A pesar de ello, los beneficios superan con creces los inconvenientes y espero que veamos un mayor reconocimiento y apoyo para el uso de este tipo de animales. En definitiva, los perros de terapia son cada vez más necesarios en nuestra sociedad. Nos ayudan a lidiar con el estrés, nos brindan consuelo y nos enseñan empatía.