Los riesgos globales del futuro
Andrés Macario. El mundo del siglo XXI está inmerso en una revolución de carácter tecnológico y social que, de una manera exponencial, está llegando a todos los ámbitos de nuestra vida. Internet es el actor fundamental que está potenciando este cambio de paradigma global. Ahora la división entre lo online y lo offline es mucho más sutil que hace una década, pero, en los próximos años, el proceso seguirá avanzando hasta lograr una digitalización integral plena. En este sentido, la robótica y la inteligencia artificial son consideradas como las piezas fundamentales de la Cuarta Revolución Industrial que se avecina. Pero el cambio tecnológico al que estamos asistiendo abre la puerta a nuevas incertidumbres y potenciales riesgos a nivel global. Si bien es cierto que las innovaciones tecnológicas son y serán de gran utilidad en nuestra vida cotidiana y fundamentales para aumentar la productividad en la actividad empresarial, no son pocos los que opinan que se están fraguando nuevos problemas de gran calado.
Según el informe de riesgos globales 2017, “The Global Risks Report 2017”, realizado por el Foro Económico Mundial (WEF) en colaboración con el grupo Marsh & McLennan Companies, los riesgos globales más importantes están basados en la creciente desigualdad económica, en el aumento de la desafección política, en el cambio climático y en la disrupción del mundo digital como telón de fondo. Se observa una cierta continuidad en los patrones, ya que, aspectos como la distribución de la riqueza, la polarización de las sociedades o el desempleo siguen ocupando los primeros puestos como factores de riesgo. Asimismo, el medio ambiente también es importante, con un aumento de la preocupación por los fenómenos meteorológicos extremos.
Sobre el estudio se puede destacar que está en su edición número 12 y el procedimiento seguido se basa en realizar encuestas y entrevistas a profesionales de todo el mundo. Con esto se evalúan los 30 riesgos globales más destacados, así como las 13 tendencias subyacentes que podrían agravarlos o alterar las interrelaciones entre ellos.
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Ranking de riesgos globales
La percepción de los riesgos a nivel global ha ido cambiando a lo largo de los años, llegando hasta la actualidad, donde la desigualdad económica, el cambio climático y la polarización de la sociedad son los factores que más preocupan en general. La creciente dependencia de internet también inquieta a la mayoría de los expertos, puesto que, en un mundo donde prácticamente todo será online, la posibilidad de sufrir ciberataques será exponencialmente mayor tanto para usuarios como para las empresas. Además, existe otro problema fundamental básico porque ¿y si mañana se cae internet a nivel global o regional? Se podrían dar situaciones frustrantes, donde fallos técnicos graves pueden paralizar casi por completo las relaciones personales online y la actividad empresarial que use la tecnología conectada.
El medio ambiente también preocupa bastante, especialmente la degradación de los ecosistemas más cercanos a nuestro lugar de residencia, que se están viendo influidos fuertemente por otro factor de riesgo, el aumento de la urbanización horizontal y vertical. Por otro lado, la esperanza de vida sigue aumentando y como consecuencia de ello, el envejecimiento de la población es cada vez más notable, o lo que es lo mismo, cada vez hay menos jóvenes. Este cambio en la pirámide de población mundial es otra de las posibles fuentes de riesgo en el medio-largo plazo.
Los expertos también catalogan como una importante fuente de incertidumbre el cambio de panorama político a nivel internacional. Ahora la sociedad vuelve a estar más polarizada y esto, sin duda, puede frenar el crecimiento económico regional y global. El futuro de la energía también genera incertidumbres, porque se acuciará la escasez de recursos no renovables ante la cada vez mayor demanda de electricidad del sector tecnológico. En este sentido, se podría decir que se está tratando de incorporar de manera progresiva alternativas renovables como la energía eólica o la solar. Por ejemplo, en Estados Unidos las proyecciones indicaban que para 2010 se instalarían 30 gigavatios de capacidad eólica y en 2015 ya se había multiplicado por 15 esa cifra.
Infografía sobre los riesgos globales del futuro
A continuación presento una infografía sobre los riesgos globales del futuro basada en el informe del WEF.
Probabilidad vs impacto real
Los riesgos pueden analizarse en términos de probabilidad y en términos de impacto real. En ambos casos se observa como aparecen incertidumbres sobre temas medioambientales, sociales, geopolíticos y tecnológicos. Si lo comparamos con años anteriores, vemos como las preocupaciones globales sobre temas económicos o de salud han ido disminuyendo hasta llegar a desaparecer de las primeras posiciones. Las opiniones a la hora de establecer una clasificación varían sustancialmente, excepto en el caso los fenómenos meteorológicos extremos y de los grandes desastres naturales, los cuales se perciben a la vez como muy probables y con un gran impacto sobre la población.
Los expertos encuestados señalan que estas escenas violentas de la naturaleza serán más probables que se vean en el futuro, seguido de la migración involuntaria por diversos motivos y los ataques terroristas a nivel internacional. Asimismo, también se atisba bastante probable que, en el mundo del mañana, donde casi todo será digital y online, aumente el uso fraudulento de los datos de los usuarios y clientes.
En cuanto a los aspectos que, de llegar a producirse, tendrían un impacto más fuerte sobre la población se puede destacar por encima del resto las armas de destrucción masiva. Las catástrofes naturales también copan los primeros puestos debido a que tendrían un gran impacto muy directo sobre la vida de las personas. Cabe destacar que, la crisis del agua aparece como un gran riesgo de impacto real, porque el bien más preciado del planeta está empezando a dar síntomas de agotamiento. Finalmente, también preocupa que las actuaciones para mitigar el cambio climático no estén siendo todo lo eficaces que se esperaba y esto pone en evidencia que la solución no está bien encaminada hacia el futuro.
El futuro de la revolución tecnológica
El cambio tecnológico será uno de los elementos fundamentales que determinarán el futuro de las relaciones internacionales a largo plazo. El mundo hacia el que vamos tendrá que hacer frente a nuevas realidades digitales que cambiarán por completo los sistemas relacionales y transaccionales actuales. Las ventajas previstas de esta nueva realidad están bastante claras, simplificación y sencillez de las comunicaciones y automatización de los trabajos más rutinarios. Pero a pesar de estos efectos positivos, es evidente que, como todo en esta vida, también traerá consigo una serie de desafíos o riesgos, que, si no se afrontan acertadamente podrán convertirse en un gran problema. Uno de estos puntos clave es la automatización de del trabajo, ya que, sin una adecuada regulación y un aprendizaje de los trabajadores, la tecnología hará desaparecer más empleos de los que creará.
La llamada Cuarta Revolución Industrial está considerada por los profesionales como una fuente de oportunidades de éxito para resolver problemas complejos e impulsar el crecimiento económico, pero, al mismo tiempo, también abre la puerta a grandes incertidumbres. Tras analizar las 12 tecnologías emergentes más importantes, los expertos señalan que, la inteligencia artificial y la robótica son los campos con mayor potencial para generar consecuencias negativas y por ende necesitarán de una mayor regulación para tratar de mediar sus efectos. Está claro que la futura revolución industrial pasa por una cooperación geopolítica internacional para establecer una regulación amplia y adecuada sobre las nuevas tecnologías.
Si nos centramos en la inteligencia artificial, está considerada como una de las patas fundamentales de la nueva revolución tecnológica e industrial, puesto que será de vital importancia para abordar algunos de los grandes problemas del mundo, como el cambio climático o el envejecimiento poblacional. La inversión en IA se ha multiplicado por 10 en los últimos 5 años y se prevé que acelere su crecimiento en el corto plazo. Ante estas innovaciones tecnológicas que requieren de la internet para su funcionamiento, también aumenta la posibilidad de sufrir ciberataques, lo cual es un importante riesgo si no se desarrollan medidas eficaces como prevención.
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