Resucitar a quienes ya no están gracias a la IA
La Inteligencia Artificial (IA) ha avanzado tanto en los últimos años y, sobre todo meses, que ha abierto un sinfín de posibilidades en diversos campos. Una de las aplicaciones más controvertidas de la IA es la posibilidad de “resucitar” a personas que ya no están con nosotros, es decir, de personas fallecidas, recreando su voz, su apariencia e incluso su personalidad.
Esta recreación ha generado cierta controversia, especialmente después de la polémica surgida en el programa de televisión “El Hormiguero”, dirigido por Pablo Motos. En este programa, se utilizó la inteligencia artificial para recrear las voces de personas fallecidas, permitiendo a los familiares escuchar nuevamente a sus seres queridos. Aunque algunos espectadores encontraron consuelo en esta tecnología, otros lo consideraron una falta de respeto hacia los difuntos y sus familias.
La IA tiene el potencial de recrear a una persona en un nivel nunca antes visto. Mediante el análisis de datos como grabaciones de voz, fotografías, videos y textos escritos, la IA puede generar una representación digital de una persona. Esta representación puede interactuar con las personas, responder preguntas e incluso expresar emociones, dando la impresión de que la persona “ha vuelto a la vida”.
El debate está servido
Sin embargo, esta tecnología plantea estas disyuntivas éticas: ¿es correcto recrear a una persona sin su consentimiento?; ¿cómo afecta esto a los familiares y amigos que están de luto?; ¿podría esta tecnología ser mal utilizada para fines nefastos, como el fraude o la manipulación? A fin de cuentas, ¿es ético?
Además, existe el riesgo de que estas representaciones digitales no sean completamente precisas. La IA solo puede recrear a una persona basándose en los datos disponibles. Por suerte o por desgracia, depende de para quien, esta tecnología de momento no puede capturar completamente la esencia de una persona, sus recuerdos, sus experiencias y sus sentimientos más íntimos. Por lo tanto, estas representaciones son, en el mejor de los casos, una imitación imperfecta de la persona real.
En conclusión, aunque la IA ofrece la posibilidad, tentadora sin duda, de “resucitar” a nuestros seres queridos, debemos sostenerlo «con pinzas». A pesar de todo, la tecnología avanza y no es malo que nos ayude a respetar la memoria de nuestros seres queridos y recordarlos tal como eran, siempre y cuando mantengamos los pies y la cabeza en la tierra y seamos conscientes de que nuestro seres queridos fallecidos no regresarán, aunque la inteligencia artificial nos consuele haciéndonos creer los contrario.
¿Te gustaría volver a escuchar la voz de un ser querido fallecido y mantener una conversación con él? Cuéntame qué piensas al respecto en comentarios.
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