Así afecta la nueva Ley de Influencers a los creadores de contenido en España
La reciente aprobación del Real Decreto 444/2024 en España, conocido popularmente como la “Ley de Influencers”, ha generado un gran revuelo en las redes sociales. Esta normativa, que regula la actividad de los influencers, busca establecer un marco legal claro y preciso para estos creadores de contenido. Pero, ¿qué implica realmente esta ley y cómo afecta a los influencers?
En abril de 2024, el Gobierno aprobó el Real Decreto 444/2024, una normativa que regula la actividad de los influencers, también conocidos como “usuarios de especial relevancia”. Esta ley surge en respuesta al creciente impacto de las redes sociales y la necesidad de establecer un marco legal que garantice la transparencia y la protección de los consumidores, especialmente los menores. Pero, ¿es esta ley realmente efectiva y justa? ¿Qué se considera ser influencer?
La ley define a los influencers como “usuarios de especial relevancia” en plataformas digitales. Para ser considerado un influencer bajo esta normativa, se deben cumplir ciertos criterios: generar ingresos de más de 300.000 euros anuales y tener una audiencia de, al menos, un millón de seguidores en una plataforma de vídeo o dos millones en total. Además, deben publicar un mínimo de 24 vídeos al año.
Por otro lado, uno de los aspectos más destacados de esta ley es la obligación de identificar claramente los contenidos publicitarios. Esto significa que los influencers deben especificar cuándo una publicación es patrocinada, con el objetivo de evitar la publicidad encubierta y también se prohíbe la promoción de tabaco y medicamentos (bajo prescripción), al igual que en los medios de comunicación tradicionales.
¿Cómo afecta esta ley a los creadores de contenido y/o influencers?
Por un lado, aquellos que cumplen con los requisitos establecidos deberán adaptarse a nuevas responsabilidades y obligaciones legales y, para cumplir la ley deben esforzarse en la gestión de sus contenidos y en ser transparentes con su audiencia.
Sin embargo, muchos creadores de contenido que no alcanzan los umbrales de ingresos y audiencia establecidos quedarán fuera de esta regulación y solo aquellos influencers con más seguidores estarán sujetos a estas normas, mientras que los pequeños creadores seguirán operando sin estas restricciones y no será necesario que se inscriban en el Registro Estatal de Prestadores Audiovisuales, como sí están obligados aquellos perfiles digitales que cumplan los requisitos para que se les aplique dicha ley. Si no constan en esa “lista de control”, se enfrentan a multas que oscilan entre los 10.000 y los 750.000 euros.
A pesar de que las sanciones son graves, no debemos olvidar que la Ley de Influencers se ha creado para proteger a los consumidores dentro del entorno digital, especialmente a los menores de edad, de prácticas publicitarias engañosas y potencialmente dañinas. Además, equiparar a los influencers con otros actores del sector audiovisual es un paso lógico y necesario de la regulación digital.
No obstante, la ley puede llegar a ser demasiado restrictiva e imponer cargas adicionales a los creadores de contenido y limitar la creatividad y la libertad de expresión de los influencers por obligarles a cumplir con requisitos burocráticos que podrían desincentivar la producción de contenido original y auténtico. Tampoco nos podemos olvidar de que la desigualdad en el sector podría llegar a ser más latente y crear una brecha entre los grandes influencers, que estarán regulados, y los pequeños, que seguirán operando sin restricciones, ya que podría derivar en una competencia desleal dentro de este sector y sería más difícil para los pequeños influencers competir en términos de visibilidad y oportunidades de patrocinio en las redes sociales.
Quiero conocer tu opinión: ¿crees que es necesaria para regular a los influencers o consideras que es una medida excesiva que podría limitar la creatividad?
