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España impulsa la independencia mineral de Europa

En el día a día, los ciudadanos no somos conscientes de la necesidad e importancia que tienen las materias primas estratégicas. Si algo es estratégico es porque suele ser clave en la economía y el comercio globales. Ejemplo de ello son los metales como el grafito, el litio o el tantalio, que son imprescindibles para nuestra era tecnológica e industrial.

En España, existen minerales y tierras raras y la Unión Europea ha puesto el foco en nuestro país para explotar siete fábricas de materias primas estratégicas para revolucionar la minería pero, ¿qué impacto tendrá para España?

Objetivo de la Unión Europea con estos proyectos

Las claves de la nueva política europea enfocada hacia la sostenibilidad se centran en la explotación de materias primas estratégicas que son imprescindibles para sectores tan importantes en la Unión Europea como el aeroespacial, defensa o incluso para la transición digital.

Para asegurar estas políticas, la Unión Europea ha creado una Ley Europea de Materias Primas Fundamentales, cuyo propósito principal es eliminar la dependencia de países ricos en tierras y minerales raros fuera de la UE, así como reforzar el potencial extractor dentro de la eurozona.

Asimismo, los objetivos de los proyectos de explotación de minerales y tierras raras recogidos en la nombrada ley son: cubrir al menos el 10% de las necesidades al año de la UE dentro de este territorio. Dentro del mismo, transformar el 40% de las materias primas y reciclar el 25% de ellas durante esta década, hasta el año 2030.

Estos son los proyectos españoles agraciados por la Unión Europea para extraer materias primas estratégicas

En España, las empresas seleccionadas para el proyecto común de la UE juegan un papel destacado dentro de la revolución minera. España es tierra de minerales, de norte a sur. En Galicia, en Ourense se encuentra una de las minas estratégicas para Europa de donde se extraerá litio, mientras que el hidróxido de Litio se hará en Cáceres, Extremadura, desde donde se quieren producir 30.000 toneladas de este compuesto químico durante 30 años para los vehículos eléctricos. Dentro de la misma Comunidad, se encuentra única mina de níquel de España y una de las pocas de Europa.

Ya en el sur, en Andalucía y en concreto en Sevilla se encuentra una mina a cielo abierto de donde se quieren extraer alrededor de 70.000 toneladas de cobre, además de explotar otros minerales como el zinc, plomo o la plata, mientras que en Huelva se quiere impulsar una fábrica de reciclaje del cobre y PMGs, reutilizando dispersivos electrónicos desechados.

Por último, en Castilla-La Mancha, en la provincia de Ciudad Real, espera que de cara al año 2027 extraer wolframio ya que se estima que esta mina española cuenta con una reserva de 91 millones de toneladas.

Cabe destacar que la elección de estos proyectos posiciona a España como un eje estratégico para el futuro de las materias primas estratégicas dentro de la UE por la calidad y rareza de sus tierras.

¿Cuáles son los beneficios económicos de estos proyectos para España?

Invertir en esos sectores supone que se generen diferentes choques económicos positivos, entre los que se encuentran la reducción de la dependencia exterior, la creación de empleo, el empuje a la innovación y, tras esto, estabilidad de la economía, que sigue siendo el principal objetivo del conjunto para dejar una Europa resiliente frente al mundo gracias, en parte, a España.

De todas las explotaciones y yacimientos de tierras y minerales necesario para el futuro de la comunidad europea y para España, destacan sobre todo las de wolframio. Este mineral es ampliamente utilizado en la industria de defensa y se utiliza en infinitas aplicaciones militares y aeroespaciales. Entre los aparatos más comunes que podemos tener en nuestras casas con este material son los filamentos de bombillas de luz, los paneles LCD, los interruptores eléctricos, etc.

Pero centrémonos en los beneficios de la economía de nuestro país. Los primeros impactos directos tras la adjudicación de la UE son, en primer lugar, la inversión y, en segundo, la creación de empleo porque se espera que las inyecciones de dinero a estos proyectos traigan consigo la creación de cientos de puestos de empleo en las provincias, ciudades y pueblos donde se asienten los yacimientos. El aumento de la tasa de empleo será notable en las explotaciones de Sevilla y Badajoz, donde se aumentarán las contrataciones en mayor medida.

Otro de los beneficios es la autonomía estratégica que hará mucho más fuerte la economía española y europea porque estas explotaciones serán clave para la industria automotriz y tecnológica.

Cabe destacar que la Unión Europea busca por todos los medios minimizar las importaciones, pero hay un motivo y/o miedo aún mayor que una guerra comercial, una guerra convencional. La UE siempre ha estado a remolque de potencias más competentes en la carrera armamentística y ahora estoy seguro de que ven a España como el empuje necesario para aumentar la competitividad del conjunto europeo respecto al resto de mundo, en concreto Estados Unidos y China, incluso para liderar esa carrera armamentística porque gracias a los minerales de las tierras de España, la industria militar dependerá de nuestro país, aumentando los acuerdos comerciales a favor de España y proveyendo materias necesarias para la propia defensa de la UE y la nuestra viendo los tiempos que corren y nuestras circunstancias geopolíticas.

Tras esta reactivación del interés europeo por la minería y la apuesta de la UE por España para su plan estratégico de explotación de minas y yacimientos espero que sirva de ejemplo para que la opinión pública deje de relacionar la minería sólo con el carbón. Esto en los años 70 y 80 era comprensible, pero ahora no. A pesar de que la minería en parte no ha gozado de buena fama por la “poca” sostenibilidad durante y después de la explotación de yacimientos, debemos recordar que es necesaria para todo, absolutamente todo. Desde la construcción, hasta el sector de la tecnología. Sin minerales no tendremos casas, móviles, electrodomésticos, luz…

Aun así, muchas personas que viven en el entorno de los pueblos donde se encuentran las minas con estas materias estratégicas no están de acuerdo con este tipo de proyectos por las posibles consecuencias que puede tener su explotación. En estas zonas impera el silencio, aunque los que se atreven a alzar la voz aseguran que se trata de una oportunidad para el entorno y que traerá riqueza y reconocimiento que les puede catapultar hacia la referencia minera europea y global.

Por esta razón se deben tener en cuenta también las implicaciones negativas que tiene la explotación de estas minas y es que estos yacimientos suponen una mayor deforestación y contaminación del entono cercano como lagos o ríos y que pueden poner en peligro explotaciones ganaderas y de agricultura. Los minerales son clave y la sostenibilidad de estos proyectos también, pero tampoco debemos empezar una “guerra” como está pasando en Extremadura por culpa de la extracción de litio.

España, independiente y llena de materias primas

Europa se quiere rearmar frente a las “amenazas” extranjeras de desestabilizar aún más el conjunto y tiene la llave en su mano. Tras las advertencias de Europa de que todos los países miembros de la UE deben aumentar su gasto en defensa, España puede salir airosa de esta recomendación.

En España se encuentran más de 1.000 localizaciones mineras con un potencial de entre 15 y 20 de explotación que nos podría catapultar a la cima de países inversores y productores de materiales clave para la industria de defensa. Estos materiales son imprescindibles y se los compramos a Rusia, China y Estados Unidos. Si España explota estos yacimientos puede convertirse en el principal suministrador de materia prima estratégica para la defensa de la Unión Europea durante las próximas dos décadas.

Para hacer frente al reto del rearme europeo España tendrá que aumentar su gasto en defensa al equivalente de un 3% del PIB dadas las exigencias de los líderes de los Veintisiete. A pesar de doblar este porcentaje que ahora se sitúa en el 1,3%, el sector español defensa está sopesando ampliar instalaciones y aplicar nuevas tecnologías, pero para ello se necesitan inversiones fiables y proyectos sólidos que acrediten un compromiso a largo plazo.

Sin ir más lejos, el hecho de que España necesitan invertir más en defensa y que la UE ha dado luz verde a explotar minas ricas en minerales imprescindibles en la fabricación de armamento clave en defensa, las empresas españolas del sector de la industria de defensa y militar se han puesto las pilas para encontrar emplazamientos donde asentar instalaciones para producir proyectos donde se han invertido grandes cantidades de dinero en fábricas de sistemas de lanzacohetes con un presupuesto de más de 700 millones de euros.

Ejemplo de la ampliación de las instalaciones del rearme de Europa es la construcción de nuevas fábricas en España. En concreto, Asturias albergará cinco fabricas de defensa gracias a los proyectos de Indra y el grupo Escribano, que crearán más de 1000 empleos directos. Zaragoza también tendrá su fábrica militar al norte de la ciudad y que dará trabajo a 250 personas y que fabricarán subsistemas de misiles. Estas fabricaciones son estratégicas en España según el Ministerio de Defensa.

España tiene mucho potencial para albergar espacios que respondan a la demanda de la UE y más ahora que, además de contar con las instalaciones y el dinero para llevar a cabo estas construcciones, somos productores de las materias primas estratégicas que se emplearían en dichas instalaciones, ahorrando de esta manera la logística de las importaciones y centralizando los gastos en extracción y producción.

¿Crees que España tiene los recursos necesarios para hacer frente a la demanda de la UE sobre extracción de minerales y sobre el aumento del gasto militar? ¿Confías en que la alineación en defensa de España – Europa sea fructífera para nuestro país?

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