¿Es buena idea crear redes sociales para adolescentes?
Hoy en día, las redes sociales son el punto de referencia de los adolescentes. Es ahí donde están sus modelos, sus “ídolos” a los que quieren parecerse. Es por ello que las redes sociales, y el entorno digital en sí mismo, se han convertido en una oportunidad y una amenaza, sobre todo para los más jóvenes.
Las redes sociales pueden ser una herramienta útil para que los adolescentes desarrollen habilidades sociales y digitales. A través de estas plataformas, pueden aprender a comunicarse y a desarrollar una comprensión más completa de la tecnología que dominará su futuro profesional. Esto ya está pasando, pero, ¿conviene introducir a los jóvenes el entorno digital abierto de par en par?
Una solución intermedia es crear redes sociales diseñadas específicamente para adolescentes para proporcionar un entorno más seguro y controlable donde estos jóvenes puedan expresarse libremente mientras se les protege de contenido inapropiado o de acoso y se comunican con amigos y familiares para compartir sus experiencias y recibir apoyo en momentos difíciles. Del mismo modo, también pueden encontrar comunidades de personas con intereses similares, lo que puede ayudarles a sentirse menos aislados, sin impedirles, claro está, que desarrollen un sentido crítico sobre el contenido que consumen para fomentarles una mayor conciencia y responsabilidad digital.
El lado negativo del uso de las redes sociales por adolescentes
Igual que las redes sociales tienen sus ventajas, también sucede lo contrario. Estas plataformas están diseñadas para ser altamente adictivas, como TikTok especialmente para los adolescentes, quienes pueden pasar largas horas en estas aplicaciones, y como consecuencia les afecte negativamente su rendimiento académico y su salud mental y, aunque se implementen medidas de seguridad, siempre existe el riesgo de que se expongan a contenido inapropiado o dañino, como el ciberacoso, la desinformación o material explícito. Además, les hace vulnerables ya que pueden compartir información personal sin entender las posibles consecuencias del robo de la identidad digital. En cuanto al comportamiento de los jóvenes, las redes sociales también pueden causar un impacto negativo en su autoestima por la constante comparación con otros y la presión por obtener más “me gusta” y seguidores que nadie.
Sin embargo, a pesar de que las redes sociales facilitan la comunicación, pueden limitar el desarrollo de habilidades sociales en el mundo real y esto es verdaderamente preocupante porque los jóvenes pueden volverse dependientes de la interacción digital y tener dificultades para relacionarse cara a cara.
Para ayudar a los adolescentes a navegar de manera segura y privada en las redes sociales, lo primero es fomentar una comunicación abierta. Los adolescentes deben sentirse cómodos hablando sobre sus experiencias en las plataformas digitales, tanto positivas como negativas. Esto permite a los adultos ofrecer orientación y apoyo cuando sea necesario. Además, es importante establecer límites claros sobre el uso de las redes sociales. Esto puede incluir tiempos específicos para el uso de dispositivos y la prohibición de su uso durante las comidas o antes de dormir.
Por otro lado, educar sobre la privacidad y la seguridad en el entorno digital es otra recomendación clave. Los adolescentes deben entender los riesgos de compartir información personal y cómo proteger sus datos. Esto incluye enseñarles a configurar adecuadamente la privacidad de sus perfiles y a ser cautelosos con las solicitudes de amistad de desconocidos.
¿Qué es lo más importante para ti a la hora de educar a jóvenes en el uso de las redes sociales?
