Cómo se mejoran las infraestructuras gracias a la Inteligencia Artificial
Las infraestructuras son uno de los pilares de las sociedades modernas. En los últimos años, las empresas se han enfrentado a altibajos provocados por las acciones del cambio climático, el expansionismo sin freno en las ciudades y la volatilidad económica. En la actualidad, y gracias a los últimos avances tecnológicos, sobre todo en los que se refiere a la Inteligencia Artificial, han permitido anticiparse al impacto negativo de esos vaivenes para gestionar activos infraestructurales de la mejor manera posible para anticiparse a los cambios del futuro.
La clave, pues, para adaptarse de manera integral y adecuada al uso de Inteligencia Artificial en las infraestructuras, depende de optimizar la estructura que permita reforzar el procesamiento de datos. Así pues, el rendimiento y la alta velocidad de procesamiento son los principales objetivos del uso de la IA en las infraestructuras de todo el mundo, ya sean de telecomunicaciones o urbanísticas, por ejemplo.
No obstante, el inconveniente más directo es que el avance y el uso de esta tecnología provoca problemas de almacenamiento, además de que la propia IA requiere un gasto energético mucho mayor que con infraestructuras tradicionales.
De todas maneras, las ventajas que aporta la IA son variopintas. Y se hace sobre todo para mejorar la eficiencia, la predicción y la capacidad analítica predictiva. Todo ello, se puede mejorar gracias a un mantenimiento predictivo, a la optimización de diseño, a la construcción automatizada, al análisis de datos históricos.
Todo ello hace que se mejore también la seguridad de las infraestructuras gracias al desarrollo en ciberseguridad, a la automatización de tareas, a proyectos de simulación para predecir el futuro y gestionar el riesgo, así como monitorizar en tiempo real las grandes urbes.