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¿Darías a tus hijos una bebida energética para desayunar?

Las bebidas energéticas han ganado popularidad entre los jóvenes pero su consumo excesivo y prácticamente sin control está sacando a la luz las consecuencias como adicciones a este tipo de bebidas o, aún peor, muertes y problemas cardíacos. ¿Darías a tu hijo o hija una bebida energética para desayunar?

Las bebidas energéticas, todos conocemos las marcas de referencia que podemos encontrar en el mercado, se han convertido en una opción común para muchos adolescentes. Estas bebidas, sin alcohol, contienen sustancias estimulantes como la cafeína, diseñadas para combatir la fatiga y aumentar la resistencia física y mental. Sin embargo, su popularidad se ha visto empañada por el descontrol en el consumo y preocupa la edad de inicio de consumo de estas bebidas.

El consumo entre adolescentes

El consumo entre los menores de edad de las bebidas energéticas no para de aumentar. En 2023, el 47,7 % de estudiantes entre 14 y 18 habían consumido estas bebidas en el último mes y, lo que sorprende, es que el 19,5 % lo había mezclado con alcohol. Un cóctel en ocasiones mortal, según Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA).

Por otra parte, los chicos adolescentes siguen siendo quienes más consumen estas bebidas energéticas en un 54,4 % frente al 40,7 % de las chicas y la edad en la que más consumen ambos se sitúa en la mayoría de edad, con 18 años, que representa el 59,8% de los jóvenes adolescentes entre 14 y 18 años.

Los riesgos para la salud de la bebida energética

El Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha alertado sobre los riesgos de las bebidas energéticas. Estas bebidas contienen altas dosis de cafeína y azúcar, además de vitaminas del grupo B, L-carnitina y taurina. Una lata de medio litro equivale a dos cafés exprés y 12 cucharadas de azúcar. Los efectos nocivos pueden ser devastadores e incluyen:

  • Alteraciones del sueño: La cafeína puede causar insomnio y reducción de la duración del sueño.
  • Riesgos cardiovasculares: Ingerir más de 1,4 mg de cafeína por kilo de peso al día puede implicar riesgos para el corazón y la circulación.
  • Efectos adversos generales: Consumir más de 3 mg de cafeína por kg de peso al día puede afectar negativamente el sistema nervioso y el comportamiento.

Como se ha constatado en los estudios anteriores, el consumo de bebidas energéticas a menudo se combina con alcohol. Esto enmascara el efecto depresor del alcohol y aumenta la probabilidad de seguir bebiendo. Además, dos de cada tres jóvenes que han consumido cocaína también han ingerido estas bebidas.

Los padres, principal barrera contra estas bebidas

Teniendo en cuenta que el peligro está más cerca de lo que imaginamos, en cualquier estantería de supermercado o kiosko, ¿darías a tu hijo o hija una bebida energética para desayunar? ¿Cómo controlar lo que beben cuando no están en casa? Como padres, debemos considerar la salud y el bienestar de nuestros adolescentes por encima de todo y evitar por todos los medios que cambien un vaso de agua por uno con el triple de cafeína que el café que nos tomamos por la mañana, sin que sean conscientes del riesgo que supone para su presente y futuro. Por suerte, los gobiernos autonómicos están actuando y están prohibiendo la venta de estas bebidas a los menores de edad, como está ocurriendo en Galicia.

 

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