El papel mojado del Metaverso de Zuckerberg
La idea de crear un Metaverso siempre ha suscitado polémica. O, más bien, cierto recelo. El creador de Facebook, ahora Meta, fue el primero en mostrar la idea de juntar en un espacio inmersivo y completamente virtual toda nuestra vida. Es decir, trasladar nuestra cotidianeidad a un entorno digitalizado donde podríamos interactuar con amigos, trabajar, entretenernos… Al final lo que buscaba Meta con el desarrollo del Metaverso era crear una vida paralela simultánea a la nuestra, es decir, a la real. Pero todo eso se ha convertido en papel mojado.
El CEO de Meta llegó a invertir una suma de capital importante para llevar a cabo su Metaverso. Insider cifra esta inversión en 36.000 millones de dólares. Pero a Zuckerberg le ha salido mal la jugada y parece que no obtendrá la rentabilidad que se esperaba.
Ahora mismo nos encontramos ante un nuevo horizonte donde la inteligencia artificial lleva las riendas. Y, precisamente, este nuevo enfoque dentro y fuera del entorno digital es lo que intranquiliza a Meta.
Para esta compañía, el fracaso del Metaverso se solapa con la inversión que pretende -y que ya está haciendo- en inteligencia artificial. No olvidemos que el CEO de Meta redujo un 13% su plantilla. Estos despidos no los justificó como una consecuencia del fracaso de su proyecto de Metaverso, pero sí dejó entrever que, en parte, o gran parte de estos recortes, fueron por su “culpa”, como el mismo Zuckerberg admitió.
Resulta curioso cómo todo el ruido que se generó en su día alrededor del Metaverso ahora retumbe en la inteligencia artificial, que se ha convertido en la prioridad absoluta de las grandes empresas tecnológicas. Estamos asistiendo, pues, a una carrera por demostrar quién domina, con las mejores capacidades de desarrollo tecnológico, la inteligencia artificial.
Meta apostó por el Metaverso y se equivocó. Hasta sus accionistas no estaban seguros en su día acerca del futuro de este proyecto tan radical como utópico como lo era el Metaverso. Quizá Meta se precipitó, pero lo que es seguro es que la competencia ha estado más hábil que el propio Zuckerberg. Si lo que quería el CEO de esta compañía era descubrir y sumergirnos en un nuevo paradigma propuesto por él mismo y reinventar el entorno digital, no lo ha conseguido, sino todo lo contrario. Ha desperdiciado miles de millones de dólares en un proyecto lleno de incertidumbre y le ha costado el puesto de trabajo, entre otros factores, a más de 10.000 personas que confiaban en Meta.
¿Acertará ahora Zuckerberg en su empeño por adherirse a la carrera de la inteligencia artificial? ¿Crees que su obsesión por el Metaverso ha retraído el interés de Meta como compañía de vanguardia tecnológica?
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