¿En qué consiste el Inbound Marketing?

 

La saturación de publicidad en Internet y las constantes interrupciones que sufren los consumidores al navegar por la Red han provocado que desaparezca la figura del sujeto pasivo que absorbe la información publicitaria sin consentimiento ni discernimiento alguno. La barrera entre empresa publicitaria y consumidor es cada día mayor.

InboundCada vez resulta más molesto estar navegando y encontrarte con banners demasiado escandalosos, páginas que reproducen vídeos automáticamente cada vez que entras u otro tipo de publicidad agresiva y provocativa que se ha estado desarrollando en el medio digital.

En este contexto, surge el Inbound Marketing o marketing de atracción. Aunque no es un concepto nuevo, ya que sus principios se remontan a los años 50, Brian Halligan, cofundador de la empresa Hubspot (empresa dedicada al análisis web y marketing online), es quien ha sentado las bases de esta nueva forma de trabajar para la que es absolutamente necesario “personalizar la experiencia del usuario” y hacer ver al consumidor que nuestro producto se ajusta perfectamente a sus necesidades particulares.

El Inbound Marketing se sustenta en cuatro pilares:

–          El Marketing de Contenidos: esta técnica es una de las mejores formas de conseguir aumentar el tráfico a la web por lo que debe ser una de las bases de la estrategia online. Los contenidos deben resultar útiles y relevantes ya que esto ayudará a establecer sólidos lazos de unión con el cliente. Lo importante es conseguir que el cliente entre lo más asiduamente posible en nuestra página y aún mejor si lo hace por propia iniciativa buscando contenido web de calidad.

–          El Social Media Marketing es también parte fundamental en el proceso de atracción, ya que es una forma poco agresiva de llegar al usuario. Además, si el contenido que se comparte es bueno e interesante la viralidad hará el resto del trabajo. No hay más que entrar en las redes para apreciar que la buena publicidad, que en la mayor parte de los casos no es la más explícita, corre fácilmente por la red pasando por miles de usuarios que continuarán compartiéndola siempre que tanto el contenido como en continente les parezca interesante.

–          La Optimización para Motores de Búsqueda (SEO): Al generar contenido en nuestra web es necesario elegir de un modo correcto las palabras clave que vamos a utilizar. El SEO nos otorga nuestra posición natural en los buscadores por ello es importante no descuidar esta parte y analizar de manera periódica qué palabras utilizamos para promocionarnos y qué palabras usa la gente para buscarnos. Es decir, hay que ponerse en el lado del usuario que accede a Internet con la intención de encontrarnos.

–          Por último, no podemos perder de vista el Marketing de Buscadores o SEM. Aunque debemos hacer que el cliente potencial pierda la sensación de que “le estamos vendiendo” es fundamental aumentar al máximo el tráfico que llega a nuestra web y es aquí donde actúan este tipo de campañas. Personalmente, el aspecto más interesante de las mismas es la posibilidad de segmentar los perfiles a los que queremos llegar tanto socio-demográficamente como en cuanto a sus gustos o intereses.

El Inbound Marketing tiene una premisa fundamental: que sea el consumidor el que busque, se acerque a la marca y decida interactuar con ella. Para ello es importante que cambiemos la forma de trabajar que venimos llevando a cabo y empecemos no solo a preocuparnos por lo económico (la venta final) sino que tratemos de ofrecer al cliente potencial  otro tipo de contenido que, además de atractivo, debe ser de gran calidad y utilidad.

Hay que dejar a un lado el marketing convencional (aunque las bases teóricas se mantengan). Nada de agresividad ni intrusismo. La mejor forma de trasformar un cliente potencial en una venta es que sea él mismo el que nos dé su consentimiento. Esta técnica, que se  conoce como Permission Marketing, desemboca en una relación mucho más natural con el cliente. Todo esto, unido al Marketing Relacional (basado en que los clientes aprecien y confíen en nuestra marca), nos permitirá conseguir una fidelización que se prolongue en el tiempo así como un incremento de las conversiones y una mejora de nuestra reputación en Internet.

Si nuestro objetivo es vender, lo primero que tenemos que hacer es conocer nosotros mismos lo que ofrecemos de forma exhaustiva, para poder así mostrar sus ventajas respecto a la competencia y conseguir hacernos un hueco como empresa de referencia en el sector. Internet es un canal idóneo para este tipo de información. No solo podemos transmitir mensajes escritos a través de un blog sino que tenemos muchas posibilidades al alcance de la mano que pasan por vídeos, podcasts o cualquier otro método que nos resulte útil para reflejar aquello que, realmente, puede ser utilidad para el consumidor final. Pero, ¿cuál es la fórmula mágica? Esfuerzo, trabajo y dedicación.

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