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Fraude democrático

Pedro Sánchez está que se sale. Entre que Tezanos le dice que ganaría las próximas elecciones y que se ha cogido cinco días de vacaciones para relajarse después de tanta supuesta tralla que se le ha metido desde la oposición, no da abasto para celebrar el ridículo político y personal que ha hecho ante los españoles. Esto, por supuesto, no lo olvidaremos fácilmente.

Tal y como está actuando el PSOE da la sensación de que todo está preparado al milímetro. Vamos, que todo este “tinglao” está hecho a posta. ¿No os parece?

El victimario que maneja el sanchismo contagia a todo el que se le acerca. Ellos viven en una burbuja imposible de explotar donde se respira soberbia. Además, están actuando de una manera tan peligrosa como cómoda y es que con sus hechos están dando a entender que son ellos quienes legitiman la democracia en España. Un poco grave esto, ¿no?

Hablo de una burbuja al borde del colapso, pero es que es la realidad. La misma realidad que envuelve ahora mismo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) donde ahora el sanchismo abre posibilidades a renovarlo sin el apoyo del PP si, según el PSOE, los populares se empeñan en no facilitar dicha renovación. Además, Pilar Alegría asegura que se buscarán nuevas maneras de sortear el bloqueo y acercarse a la renovación. Es decir, que los socialistas harán lo que les de la gana, incluso intervenir el poder judicial faltando al principio democrático, solo para salirse con la suya. Me atrevo a decir que serían capaces de modificar hasta el código penal, pero me temo que llegamos tarde y eso ya lo han hecho.

El sello socialista está por todas partes, pero no funciona en ningún sitio. Pedro Sánchez ha estresado innecesariamente nuestro sistema y todo ello sin dar ninguna explicación. Creo que los españoles nos merecemos una descripción detallada de lo que ha acontecido en la vida de Pedro Sánchez los días que ha estado apartado de la agenda política pública. Eso se llama responsabilidad democrática, pero en Moncloa no saben qué es eso.

Aun así, curioso es que Pedro Sánchez acusa de desinformación toda noticia sobre su partido o sobre él que no encaje dentro de su singularidad sanchista, pero es que ya sabemos de qué pie cojea el socialismo. Ahora mismo, el presidente está acusando a un sector de la sociedad de desinformar sobre su Gobierno cuando precisamente desde este mismo se están cometiendo las mayores burradas desinformativas de la democracia en España porque nuestro presidente no miente, solo cambia de opinión, y cuando a él le conviene, ¿no? Si no, que explique los tiempos empleados en la gestión de sus “crisis”, sobre todo esta semana en la que el fraude democrático al que están sometiendo a la sociedad española es más patente que nunca. El tiempo de Sánchez en la Moncloa se está acabando y ya nos hemos dado cuenta de que este señor es uno de los mayores fraudes de nuestra sociedad reciente.

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