No quiero vivir aquí, pero quiero a mi España
Seis años después, volvemos a las andadas. Los independentistas catalanes han intentado quebrar, de nuevo, a España y no lo han conseguido, aunque a pesar del paso al que vamos, no tardaremos en ver de nuevo tiempos convulsos, pues el Rey ha propuesto a Sánchez como candidato a la presidencia.
Durante los últimos meses después de las elecciones, socialistas y separatistas se han burlado de todos nosotros. Se agarran a la autodeterminación como derecho contemplado por la ONU, pero se olvidan de que debemos anteponer España ante todo porque la soberanía reside en el pueblo español, no en el catalán como nos quieren hacer creer, por mucho que aseguren que sacar las urnas electorales es un acto democrático -por el referéndum-. Ellos lo llaman Democracia; yo lo llamo fracaso.
Esta semana, nuestro Rey, Felipe VI, ha designado a Pedro Sánchez la responsabilidad de formar un Gobierno democrático en España. El problema está ahora en que el PSOE no sabe qué es la Democracia.
Desde que subió al poder Sánchez, no ha hecho más que mentir y engañar al pueblo, a sus ciudadanos. Las impertinencias de su séquito de socialistas secundan sus rectificaciones. Recordaréis cuando el líder del PSOE dijo que no había mentido, sino rectificado. Hay que tener morro y ser una cara dura.
A pesar de todo ello, la clave la tiene Puigdemont y su perniciosa amnistía a pesar de que el socialista rechaza el referéndum. Veremos si no cambia de opinión de aquí a unos días. Conociéndole…
La amnistía, si se aplica este recurso en España, supondría modificar nuestra Carta Magna, la Constitución Española, y no sé yo si los socialistas están preparados para negociar, en serio y por el futuro de nuestro país, un acuerdo de investidura con este recurso como condición sine qua non.
No obstante, lo más peligroso es la capacidad de los medios de comunicación afines a Sánchez y los suyos de influir en la opinión pública. En parte, los socialistas están haciendo ya campaña. Pero no saben ni ellos lo que quieren, ni de cara a los medios ni al ciudadano. Ahora se han puesto de acuerdo para mostrar una izquierda fragmentada que, en vez de sumar, resta y no se dan cuenta de que así no se hacen las cosas. Engañando y mintiendo a los españoles no se hacen las cosas. Hasta el PNV ha desmentido a Pedro Sánchez y se desmarca porque dice que no están preparados ni en condiciones para apoyar la investidura de Sánchez. Pero es que Sumar tampoco ha dejado claro su apoyo al presidente en funciones. ¿A qué están jugando? ¿No les da vergüenza presentar una candidatura así ante el Rey?
Seis años después, la democracia sigue en riesgo; seis años después, España se fragmenta y ya no quiero vivir aquí ni así. Quiero una España unida y fuerte, libre de sanguijuelas y mentirosos.
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