Perspectivas de la empresa familiar española #infografía
Andrés Macario. La empresa familiar siempre ha sido uno de los actores fundamentales en la economía a nivel regional y nacional. Muchas de ellas han sido fundamentales para dinamizar la actividad empresarial de algunas zonas geográficas, creando riqueza y puestos de trabajo generación tras generación. En la actualidad, las Pymes conforman la mayoría de estas empresas de origen familiar de España, aunque tampoco hay que olvidar a las más grandes que han ido creciendo a lo largo de los años hasta llegar a ser incluso líderes en su sector. Con la reciente crisis económica muchos de estos negocios familiares pasaron por dificultades, pero ahora se está abriendo de nuevo el abanico de las oportunidades. De cara al futuro cercano, las organizaciones tendrán que aprovechar los nuevos escenarios para crecer en su actividad y perdurar en el tiempo, con el papel fundamental de las TIC en la empresa española.
Según el informe de KPMG, “VI Barómetro Empresa Familiar”, las empresas familiares de España tienen una visión optimista de su futuro en el corto plazo. Concretamente, 8 de cada 10 compañías consideran que su situación económica en el próximo año será positiva o incluso muy positiva. Estas alentadoras percepciones se fundamentan en los buenos resultados obtenidos en el último año, un periodo de recuperación económica en el cual el 70% de las empresas familiares han aumentado su facturación. En este sentido, cabe destacar que más de la mitad de estas empresas han incrementado su plantilla en los últimos 12 meses, lo cual está contribuyendo a mejorar la situación actual del empleo. Además, el proceso de internacionalización también cobra una gran relevancia: el 76% de las empresas encuestadas afirmaron tener algún tipo de actividad en el extranjero.
Contenidos de este artículo
Retos para la empresa familiar
En la actualidad, las empresas familiares están inmersas en multitud de desafíos día a día. La mitad considera que el aumento progresivo de la competencia es el principal reto de cara a los próximos años, principalmente con las nuevas fórmulas de negocio emergentes en el campo digital y online. Por otro lado, 4 de cada 10 empresas destacan que la lucha por conseguir el mejor talento será uno de los principales desafíos, en busca de los profesionales cualificados más aptos a los nuevos puestos de trabajo que vendrán. A las corporaciones familiares también les preocupan otros aspectos como la disminución de la rentabilidad, la incertidumbre política o el aumento del coste de la mano de obra.
El marco legal también preocupa a las empresas familiares porque, lógicamente, este les afecta directamente a su actividad. En este sentido, el 38% de las entidades encuestadas cree que una bajada de los tipos impositivos afectaría de manera positiva al crecimiento de su compañía. Además, con una regulación del empleo más flexible y unos costes laborales no salariales más reducidos se potenciaría el aumento de los beneficios en el corto plazo. Asimismo, la reducción de la burocracia también es un factor importante para más de un tercio de las empresas de origen familiar, lo cual quiere decir que la administración tiene que incorporar más decididamente las nuevas tecnologías para llevar a cabo los trámites y gestiones.
Infografía de la empresa familiar española
A continuación presento una infografía que resume algunas conclusiones del informe de KPMG sobre la situación de la empresa familiar española.
Prioridades para el futuro de la empresa familiar
El tejido empresarial familiar español tiene una oportunidad de oro para innovar de manera eficaz y lograr aumentar su tamaño de negocio. Como prioridades, la búsqueda de una mayor rentabilidad sigue siendo lo más importante para 7 de cada 10 compañías, seguido del aumento en la facturación y la innovación. Otro de los aspectos que cada vez se considera más importante tiene que ver con la búsqueda del talento y la formación adecuada en nuevas tecnologías, puesto que, el capital humano es la fuente del éxito de una organización empresarial.
Está claro que la empresa familiar en España necesita crecer, tanto en tamaño de negocio como en expansión territorial. El 84% de las compañías tiene incluida alguna gran inversión dentro de su plan estratégico, lo cual nos indica que, en términos generales, se tiene una visión enfocada al crecimiento en el medio-largo plazo. ¿Y en qué tienen planeado invertir las empresas? Más de la mitad se centrará en mejorar su actividad principal actual, principalmente con la implantación de las nuevas tecnologías. Los recursos humanos también son un aspecto importante donde se quiere invertir, seguido de la internacionalización hacia nuevos mercados y la diversificación con nuevos productos y servicios.
Cómo perdurar en el tiempo
El origen de la empresa familiar, como su denominación indica, se basa en la familia. Esta es el principal motor de la compañía porque inculca sus valores a todos los partners del negocio. La flexibilidad y una actitud más informal en el proceso de gestión son características intrínsecas en el inicio de este tipo de empresas. Ahora bien, el objetivo número 1 es perdurar en el tiempo, es decir, lograr el crecimiento de la empresa generación tras generación y, para ello, se hace necesaria la formalización y profesionalización de la actividad en un mayor grado. En este sentido, la practica totalidad de las empresas creen que el éxito en el futuro pasa fundamentalmente por disponer de buenas estructuras de gobierno corporativo, mantener el control del negocio con la familia y establecer una correcta comunicación entre generaciones. Además, también consideran importante que haya un equilibrio entre las preocupaciones familiares y los intereses del negocio, así como fomentar el emprendimiento entre los miembros más jóvenes.
Para garantizar la continuidad de una empresa hay que saber cuándo ha llegado el momento adecuado para proceder a la sucesión en los mandos de dirección, tanto intermedios como generales. Sobre este aspecto, un 20% de los encuestados considera traspasar la gestión de la empresa a la siguiente generación en los próximos 12 meses e incluso un 10% valora cambiar la titularidad a sus hijos en el próximo año. Cabe destacar que un porcentaje muy bajo de los negocios estaría dispuesto a designar a un consejero no perteneciente a la familia y aun mucho menos querría vender la empresa a un tercero en el corto plazo.
Un comentario