Una mirada hacia los sistemas de salud
Andrés Macario. La salud se define habitualmente como una situación de bienestar corporal y mental que puede ser medida de manera subjetiva por el propio individuo o de manera objetiva por profesionales que confirmen la ausencia de enfermedades o situaciones dañinas en nuestro cuerpo. Se podría decir que es nuestra compañera de vida, que principalmente echamos en falta cuando no nos acompaña en su plenitud. Es evidente que la sanidad es un importante factor para todos que incumbe en mayor medida al servicio público. La mayoría de los países de nuestro entorno cuentan con sistemas universales de cobertura de salud que promueven el acceso equitativo para todos los habitantes.
Según el estudio elaborado por la OCDE, “Health at a Glance 2017”, la calidad de la atención sanitaria a nivel mundial ha mejorado en términos generales a lo largo de los últimos años. El gasto en salud ha ido aumentando progresivamente tras la crisis económica hasta llegar a los niveles actuales, donde representa el 9% del PIB promedio general. Además, cabe destacar que la cobertura sanitaria llega hasta el 95% de la población en 28 países de la OCDE, lo cual indica que existe un alto grado de implicación en la mayoría de los estados.
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Situación de los sistemas de salud
Tener un buen sistema de salud es un factor básico para el adecuado desarrollo personal y profesional de los ciudadanos de un país. Aunque es cierto que la cobertura sanitaria pública es prácticamente total en la mayoría de los países de la OCDE, aún existen ciertos lugares como Estados Unidos, Grecia o Polonia donde la atención aun es deficiente o no llega a todos los habitantes que lo requieren. Ante esta situación, se ve como entra en juego el sector privado. En la OCDE los pagos por sanidad privada representan el 20% del total de gastos en salud en término medio. Aunque si miramos a países como como Letonia y México este dato supera el 40%, lo cual indica que, en estos países la sanidad privada tiene una gran importancia. La media de inversión sanitaria por habitante asciende hasta los 3400 euros y Estados Unidos es el líder con una cifra de 8500 euros. En el caso de España, el gasto sanitario se coloca por debajo del promedio global, con un importe de 2800 euros por habitante cada año.
Si nos centramos en la atención sanitaria recibida existe una satisfacción global en todos los países de la OCDE, aunque cabe destacar que un 10% de la población no va a las consultas periódicas y el 7% no compra medicamentos recetados. El personal sanitario llega hasta los 9 enfermeros y los 3,4 médicos por cada 1000 habitantes. Asimismo, la densidad de profesionales sanitarios es mucho mayor en las ciudades que en las áreas rurales, viéndose este efecto de manera destacada en los Estados Unidos. En España se da una cifra menor de profesionales sanitarios primarios en relación con la media de la OCDE, con 5,3 enfermeros por cada 1000 habitantes. Aunque, según los datos, el 99,8% de los españoles tiene acceso a la sanidad pública, lo cual indica que nuestro sistema sanitario llega a prácticamente toda la población.
Infografía sobre los sistemas de salud
A continuación presento una infografía sobre el estado de los sistemas sanitarios resumiendo datos del estudio de la OCDE.
Principales problemas de salud en la OCDE
Durante los últimos años se han conseguido numerosos avances en la prevención y el tratamiento de enfermedades. Los esfuerzos se centran principalmente en tratar de disminuir las tasas de tabaquismo, combatir la obesidad, el consumo nocivo de alcohol y buscar fórmulas para abordar la contaminación del aire que afecta a nuestra salud. Según los últimos datos, el número de fumadores ha disminuido en la mayoría de los países de la OCDE, pero aun 2 de cada 10 personas adultas fuman diariamente, teniendo Grecia, Hungría y Turquía las tasas más altas. Por otro lado, en término medio una persona adulta ingiere 9 litros de alcohol puro cada año, lo que equivale a casi 100 botellas de vino. Desde el 2000, el consumo de las bebidas alcohólicas ha aumentado más notablemente en Bélgica, Islandia, Letonia y Polonia. Si miramos a España, a pesar de la Ley Antitabaco del 2006, se sitúa entre los 10 países con mayor porcentaje de fumadores diarios, que en nuestro caso supera el 20% de la población. En el ámbito del alcohol, España es el segundo país de la OCDE con un menor consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Otro de los principales problemas de salud está relacionado con la obesidad, la cual ha aumentado exponencialmente en todo el mundo. En la actualidad, el 54% de los adultos en los países de la OCDE tiene algún grado de sobrepeso. Pero el dato es aun más preocupante si miramos a países como Hungría, México, Nueva Zelanda y Estados Unidos, donde 3 de cada 10 habitantes son obesos. ¿En qué situación están los más jóvenes? Se podría decir que en una preocupante porque, entre los menores de 15 años, el 25% tiene sobrepeso y únicamente el 15% hace la suficiente actividad física diaria. En España, el porcentaje de población con sobrepeso es del 40%, un dato ligeramente inferior que la media general. Aunque, en cuanto a la práctica de ejercicio, los adultos españoles son los que menos porcentaje de ejercicio físico hacen de toda Europa. Finalmente, más del 90% de las personas están expuestas a niveles excesivos de contaminación del aire, lo cual afecta de manera directa a la salud de todos, pero especialmente a los habitantes de las zonas urbanas y las grandes ciudades.
Crece la esperanza de vida
La esperanza de vida a nivel mundial continua con su tendencia de crecimiento. Ahora las personas que viven en los 35 países de la OCDE viven más tiempo, gracias a los nuevos hábitos de vida saludables y a los grandes avances en medicina de la última década. El número de años que se vive en término medio es de 80,6, siendo Japón y España las que encabezan el ranking. Concretamente, en el caso español se llega hasta la cifra de 83 años de vida, sólo un año menos en media que los japoneses. La mejora de la esperanza de vida ha sido exponencial desde 1970 hasta la actualidad. Países como Turquía, Corea y Chile son los que más han aumentado sus perspectivas de vida. En España, las personas viven 10 años más en comparación con la situación de hace más de una década, pasando de los 70 hasta los más de 80 actuales.
Por sexos se observa como las mujeres viven, de media global, 5 años más que los hombres. España también se sitúa sobre esa media, con una esperanza de vida superior a los 85 años para el sexo femenino, al igual que otros países como Japón, Francia, Corea del Sur o Suiza. El nivel educativo también influye sobre los años de vida, ya que, según el estudio, las personas con educación superior viven hasta 6 años más de media que las que tienen un nivel educativo primario más bajo. Las principales causas de muerte en los países de la OCDE se basan en problemas circulatorios y de cáncer, aunque ambas han disminuido su porcentaje de afectados en la última década.