50 estrategias para 2050: futuro del trabajo en España
Vivimos en un tiempo de rápidos avances tecnológicos que están transformando todo lo que nos rodea. Rompe de manera disruptiva la forma en la que trabajamos, aprendemos, consumimos e incluso nos relacionamos, por lo que podemos denominarla la “Revolución Digital” con dos aspectos novedosos frente a anteriores revoluciones: se está produciendo con una rapidez nunca vista y los cambios afectan fundamentalmente a la gestión de la información y el conocimiento en lugar de a la producción.
Del estudio de Proyecto Millennium en colaboración con Fundación Telefónica surge el informe “50 estrategias para 2050. El trabajo y la revolución digital en España” con el objetivo de dar a conocer el punto en el que nos encontramos e intentar encontrar la manera de impulsar adecuadamente esta Revolución. Ofrece propuestas en el corto y medio plazo para optimizar las posibilidades de España con la mirada puesta en la mitad del presente siglo.
En este artículo expondremos la situación actual, las tendencias y las soluciones más importantes poniendo la vista en educación y aprendizaje, ciencia y tecnología, empresa y trabajo, sociedad y cultura y por último el Gobierno y las políticas públicas.
Contenidos de este artículo
Educación y aprendizaje
El desarrollo tecnológico de los últimos años ha propiciado un cambio en los métodos educativos para adaptarse a los nuevos valores sociales y poder formar a los docentes de forma que sean capaces de desarrollar profesiones desconocidas hasta ahora.
Uno de los factores diferenciales en España sobre educación es la alta proporción de titulados en estudios terciarios relacionados con los campos STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) superando en 5 puntos porcentuales a la media de los países de la OCDE.
Aun así, uno de los esfuerzos que se debe realizar es reforzar las competencias STEM en todos los programas educativos, integrando IA, programación y BigData desde la educación infantil. También es necesario flexibilizar el sistema educativo cambiando el enfoque actual y valorando más la adquisición de conocimientos y habilidades que la obtención de la titulación.
Ciencia y Tecnología
El volumen de datos está creciendo de manera sobresaliente por lo que mejorar el procesamiento y la capacidad de almacenamiento es fundamental para poder afrontar este avance. La Big Data es la tecnología candidata a gestionar este proceso en las próximas décadas, por lo que es necesaria una especialización en ese sistema. Además, hay que tener en cuenta la robótica y la impresión 3D que transformará las cadenas de producción.
España ha incrementado el gasto en I+D+i, aunque por debajo de niveles europeos, además de una inversión en activo humano insuficiente hace que no seamos un país líder en este sector.
Por tanto, se debe llevar a cabo una estrategia de implantación nacional en ciencia y tecnología favoreciendo la adaptación a las empresas y facilitando una educación tecnológica básica en todos los niveles. Necesitamos crear contenidos tecnológicos propios para ser nosotros quien impulsemos una propia revolución industrial. Debido al aumento de un cibercrimen cada vez más sofisticado, debemos apostar por la ciberseguridad para mantener nuestros datos seguros ya que contienen información sensible.
Empresa y Trabajo
Como resultado de los avances tecnológicos, vamos a experimentar una disminución de la demanda de trabajos rutinarios y automatizables que serán remplazados por las tareas más difíciles de mecanizar. Por tanto, surge la necesidad de evolucionar hacia modelos más flexibles y en red, favoreciendo la innovación y una fuerza laboral basada en el conocimiento.
En los últimos años la situación del mercado laboral en España ha mejorado, aun así, en 2018 sigue habiendo 1,8 millones de personas en desempleo más que a finales de 2007. Además, tenemos que enfrentarnos al gran reto del envejecimiento de la fuerza laboral y su consecuente complicación en las pensiones.
En este sector, se deben aplicar políticas activas que mejoren el apoyo al autoempleo y al emprendimiento en nuestro país, sin penalizar el trabajo autónomo. Además, se deben promover nuevos esquemas de seguridad ciudadana, asegurando la incorporación al mercado de trabajo a toda la población para que cuenten así con un ingreso mínimo. Para facilitar esta incorporación, se deben desarrollar modelos de formación a lo largo de toda la vida laboral que permitan adquirir, actualizar y ampliar las capacidades y conocimientos de los trabajadores para que no se queden obsoletos ante los cambios.
Infografía sobre el futuro del trabajo en España
A continuación presento una infografía basada en el informe de Fundación Telefónica, 50 estrategias para 2050, sobre el futuro del trabajo en España.
Sociedad y cultura
Se prevé un cambio cultural con el que nos adentremos en una sociedad hiperconectada que demanda acceso y satisfacción inmediata en un entorno principalmente urbano, más envejecido y multicultural, con riesgo de aumento de la desigualdad.
Actualmente, disfrutamos de un nivel alto de relaciones sociales y una buena conciliación entre mundo laboral y personal, aunque en términos de renta siga habiendo gran desigualdad entre ricos y pobres.
Como estrategias destacamos redefinir los valores de las organizaciones y las personas, generando una cultura empresarial que desarrolle habilidades y actitudes para mejorar la productividad y aumente el crecimiento económico. La necesidad de promover la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad de manera que las posibilidades de acceder a un empleo sean las mismas, al igual que el salario equitativo entre ambos. Debido al desarrollo tecnológico, se debe dotar a toda la sociedad de competencias digitales y analíticas generales para facilitar la adaptación a esta transición digital.
Gobierno y políticas públicas
El cambio climático, la limitación de recursos naturales, el terrorismo o la ralentización del crecimiento económico entre otros, son los retos que deben intentar solucionar los organismos públicos.
Entre los aspectos mejor valorados en España, destacan los que tiene que ver con infraestructuras, esperanza de vida, educación superior y los mercados financieros. En cambio, los factores más problemáticos tienen que ver principalmente con variables institucionales, como la ineficiencia del gobierno, la política fiscal, la insuficiente capacidad de innovar y el escaso acceso a financiación.
Este informe presentó como estrategias necesarias para el Gobierno una mayor implicación de las Administraciones para promover el uso de las tecnologías, impulsando aspectos técnicos y jurídicos que mejoren la innovación tecnológica, implantar sistemas de renta básica, que garanticen unos ingresos mínimos en escenarios de mayor desempleo a causa del avance tecnológico que contribuiría a aumentar los niveles de seguridad económica de las nuevas generaciones.